Opinión

Una historia de abejas y de ineficiencia

Hace unos años, en esas épocas de calor infernal que suelen darse alrededor de abril o mayo, las abejas picaron a varias personas que caminaban por la calle

Año con año el clima nos da una multitud de historias para que quienes vivimos en la Ciudad de México nos quejemos amargamente. Puede ser del frío, del calor, de las lluvias siempre atípicas, de los aironazos… pero siempre hay algo que comentar. Las últimas semanas, justo a la entrada del otoño, ha hecho un calorón en la ciudad, y es precisamente ese calor el que me da oportunidad de contarles una historia de abejas… y de ineficiencia.

Afuera de mi casa hay un poste de luz, de los que tienen un transformador arriba. El poste es de metal y es hueco. Tiene dos agujeros pequeños, uno en la parte de arriba y otro a pie de calle. El poste es, desde hace muchos años, el hogar de miles de abejas que en algún momento decidieron hacer ahí su colmena.

Normalmente no molestan a nadie y solo te enteras que viven ahí cuando salen a pasear por alguno de los agujeros del poste o cuando son demasiadas y hacen una especie de extensión de la colmena en la parte superior del poste.

Pero hay épocas del año cuando las abejas se alborotan. Suele ser en los momentos de más calor, como el que vivimos en la Ciudad de México hace unos días.

No sé cuál será la temperatura dentro de un poste de metal, pero supongo que tanto calor no les gusta a las abejas que ahí residen porque se vuelven agresivas. Muy agresivas.

Hace unos años, en esas épocas de calor infernal que suelen darse alrededor de abril o mayo, las abejas picaron a varias personas que caminaban por la calle y a unos niños que estaban en festejo cumpleañero.

Los vecinos preocupados llamaron a protección civil cuyos representantes vinieron, analizaron la situación y amablemente nos dijeron que no podían hacer nada, que el asunto les competía a los bomberos.

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¿Cómo voy a llamar a los bomberos cuando deben de tener cientos de emergencias infinitamente más relevantes que unas abejas habitantes de un poste?

Me rehusé a llamarles yo, pero un vecino alérgico al piquete de abeja se encargó de hacerlo…

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