Los alimentos por definición son el transporte de nutrimentos a nuestro cuerpo. Sí, me gusta pensarlo como que cada alimento es el camioncito que lleva un cargamento de nutrientes a nuestro cuerpo. Algunas veces ese cargamento no es meramente del material de construcción que necesitamos, incluso otras veces llevamos cargamentos en exceso de ciertos materiales y descuidamos la escasez de otros.
Los alimentos son nuestros mejores aliados para construir un cuerpo sano, un cuerpo fuerte y muchas veces también ayudan a nuestra mente.
Muchas veces he escuchado decir que no comerán ciertos alimentos o que viven restringidas de ciertos otros. Incluso hoy en día, existen “dietas” de moda que restringen nutrimentos como tal, queriendo cambiar el modo y el material de construcción que necesitamos con el fin de tener un cuerpo más estético.
Pero entonces, es aquí donde hemos perdido de vista esa definición, ese momento en el que conectamos con nuestro cuerpo para decidir construirlo. Construir tu cuerpo no se trata de comer menos, no se trata de restricciones que afectan nuestra relación con los alimentos, se trata de buscar balance para encontrar los mejores materiales de construcción.
En este mes lleno de festividades, las mesas se ven llenas de alimentos y nos rodeamos de personas que nos brindan cariño, emoción y felicidad, haciendo que platillos se vuelvan más suculentos. Y es este mes el mejor momento para conectar con nuestro cuerpo, descubrir y realmente disfrutar esos alimentos que nos gustan.
Disfruta cada bocado, olor, sabor, el crujir de cada parte, la textura y date cuenta de los materiales de construcción que llevas. Algunas veces no habrá balance, pero muchas veces, cuando comemos de manera consciente disfrutando cada bocado es mucho más fácil. No comas por comer o por compromiso, come lo que realmente vas a disfrutar.
Tal vez esta ocasión los propósitos puedan ser diferentes, no busquemos en el espejo asemejar nuestro cuerpo a algún ideal. Te invito que esta vez tengas un propósito por mejorar tu relación con los alimentos, disfrutar cada bocado, ingerirlo de manera consciente, sintiendo cada parte.
Un propósito por construir tu cuerpo con materiales que nos hagan fuertes, sumando nutrientes en balance. Esta vez, no dejes de comer por todo lo que comiste o comerás en las reuniones, no dejes de comer porque tu cuerpo se ve diferente a los estándares de belleza.
Sigue comiendo, pero comiendo mejor, así como los árboles extraen los mejores nutrientes de la tierra busca los mejores para engrandecer la fuerza de tus células. Por último, ama tu cuerpo y constrúyelo también con agradecimiento por lo fuerte que es para continuar cada día.
Muchas veces es más fácil ver defectos en ese cuerpo pero esta vez hagámoslo diferente, esta vez, no vivas a “dieta” y con restricciones. Agradece a cada célula su trabajo diario y ayudémosle cada día a funcionar mejor. Podemos apoyarte a mejorar tu relación con los alimentos y tu cuerpo.
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