No habíamos llegado al mes dos de este año cuando ya nos habíamos enterado de la muerte de tres periodistas en algún punto del territorio nacional, México es un país peligroso para ejercer el periodismo desde hace décadas, eso no es lo nuevo, lo que importa hoy es la indiferencia con la que, desde el Gobierno federal, no se está actuando y prácticamente el presidente que hoy tenemos nos hace sentir que es culpa de los periodistas el ser asesinados.
Cuando el presidente inauguró el quien es quien en las mentiras es entendible que busque defenderse cuando se siente agredido por los malos resultados, pero la prensa no señalaría sus equivocaciones si éstas no existieran. El papel de un periodista es no ser amigo de un político, el papel de un amigo es papel de un periodista es reflejar la realidad y realizar investigaciones.
La prensa desde el siglo pasado ha tenido un papel relevante en el desarrollo de la democracia y hoy no podemos decir que tenemos un presidente de un gobierno que cuide periodistas.
Es por ello que, desde mi posición como presidenta de la Comisión de Protección a Periodistas vamos a comenzar a analizar realmente la efectividad y la oportunidad del Mecanismo Federal de Protección a Periodistas porque si bien es cierto que es un logro su existencia, hoy me parece que con los resultados es inoperante o por lo menos cuenta con múltiples fallas y áreas de oportunidad que a nivel nacional se tienen que explorar.
Al acudir como una ciudadana para escuchar y entender de cientos de las y los periodistas que participaron en la manifestación, hace unos días a fuera de la Secretaría de Gobernación al exigir justicia por el caso de Lourdes Mendoza, Margarito Martínez Esquivel, José Luis Gamboa Arenas y María Elena Ferral no me cabe en la cabeza, ni es posible imaginar que se les asigne un botón de pánico una vez que forman parte del mecanismo de protección.
Pero que este botón de pánico al ser utilizado no sea respondido por personal capacitado para darle una respuesta que obedezca al sentido de emergencia de cualquier periodista en peligro en el país. Ellos relataban su historia como cuando han utilizado de alguna de las herramientas del mecanismo, la respuesta es nula para salvaguardar su integridad, tan es así que hay siete periodistas asesinados que ya formaban parte del mecanismo, como lo vimos con Lourdes.
EL tema del mecanismo no tiene que ser utilizado como moneda de cambio para golpeteo político pero hoy sin duda tenemos que aceptar y enfrentar que México no está protegiendo a sus periodistas que tenemos un presidente que los ataca y por ello necesitamos analizar si el mecanismo de protección a periodistas es útil y que necesita para funcionar mejor.