Fue un gusto enorme escuchar al Presidente López Obrador hablar en Querétaro de la necesidad de contar con una constitución que garantice los derechos del pueblo y los intereses de la Nación en el aniversario de la 105 promulgación de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.
El Presidente reconoció que luego de su triunfo electoral en 2018, pensó que era necesario escribir una nueva Constitución, ya que todas las reformas que se realizaron en el período neoliberal fueron en beneficio de una minoría.
A 105 años de promulgación de la Constitución mexicana, el Presidente destacó que aún faltan por implementare diversas modificaciones a la Carta Magna como la reforma eléctrica, la de la Guardia Nacional y la electoral, para garantizar la justicia al pueblo de México.
“Todas las reformas que se hicieron a lo largo de 36 años, fueron para ajustar el marco legal en beneficio de las minorías, no para defender al pueblo ni hacer valer nuestra soberanía”, aseguró.
Hoy sin duda, se ha avanzado en reformas muy importantes, como elevar a rango constitucional las pensiones para los adultos mayores, el derecho a la pensión para niñas y niños con discapacidad, elevar a rango constitucional el derecho de los estudiantes pobres a recibir una beca y el derecho del pueblo a la salud al reformar el artículo 4 Constitucional.
Esto significa un gran paso hacia la justicia social, un avance importantísimo porque ya no podrán reducirse los presupuestos destinados a garantizar estos derechos, y esto se ha logrado bajo el gobierno de la Cuarta Transformación (4T).
También es muy relevante el logro de reformar el Artículo 28 para prohibir la condonación de impuestos, pues “era un abuso, una gran injusticia que las mayoría de los mexicanos, los más pobres, estaban obligados a pagar sus impuestos, pero las grandes corporaciones, empresariales, financieras no pagaban impuestos, miles de millones de pesos; también está prohibido que existan los grandes monopolios”.
El castigo a los funcionarios corruptos y la eliminación del fuero presidencial son otras de las modificaciones trascendentales a la Carta Magna hechas bajo un gobierno con el que consumaremos la obra de transformación con el liderazgo del presidente López Obrador.
Hoy, el presidente en funciones puede ser juzgado por cualquier delito, como cualquier otro ciudadano, la corrupción está tipificada como un delito grave, sin derecho a fianza.
En contraste, en el pasado reciente de los gobiernos neoliberales, incluso se había llevado a cabo una reforma al Código Penal para que la corrupción no fuera delito grave.
Establecer el ánimo democrático, no olvidar que el pueblo es el soberano, que se tiene que mandar obedeciendo, que en la democracia el pueblo manda, que así como nos ponen, los ciudadanos nos pueden quitar, es parte de lo que se ha logrado en los últimos tiempos.
Están pendientes algunas otras reformas como la eléctrica, la electoral, (para que de una vez y para siempre se acaben los fraudes electorales), y la de la Guardia Nacional, se está buscando convencer que se reforme la constitución para fortalecer la industria eléctrica nacional, para acabar con los privilegios de las empresas particulares.
“Que tengamos jueces, autoridades imparciales en lo electoral, que las elecciones sean limpias, sean libres. No consejeros, no magistrados empleados del Presidente o de los partidos, sino autoridades verdaderamente independientes, de inobjetable honestidad”.
Se está resolviendo que se mantenga la equidad con el 46% del mercado eléctrico para las empresas privadas y 54%para la CFE. “Necesitamos poner orden en el caos que significó entregar concesiones a diestra y siniestra, sin tomar en cuenta el interés general, el interés público, el interés de los mexicanos”, dijo el Presidente.
En cuanto a la reforma a la Guardia Nacional, el jefe del ejecutivo considera que tenemos que pensar en autoridades que puedan servir, no un sexenio, no una década, y aún más cuando se trata de garantizar la paz y la seguridad, “y tengo la preocupación de que si no dejamos esta institución consolidada y queda suelta, como quedó en su tiempo la Policía Federal Preventiva (PFP), se puede echar a perder, y necesitamos que la Guardia Nacional, dependa de la Secretaria de la Defensa Nacional.
En el Teatro de la República de Querétaro las letras de los constituyentes están escritas en oro, en ellas se inscribieron los anhelos de la democracia y justicia de la gesta revolucionaria de 1910.
Uno de ellos, Heriberto Jara, el revolucionario al que AMLO más admira, fue un militar y destacado Diputado del Congreso Constituyente de 1917 encargado de impulsar diversas reformas y la incorporación de garantías sociales en varios artículos de la Constitución que actualmente nos rige.
Alfonso Cravioto, mi tío abuelo y Heriberto Jara fueron destacados revolucionarios.
En lo particular, me da gusto ver las letras en oro en el Congreso de Hidalgo, con el nombre de mi tío abuelo, Constituyente de 1917, miembro del Ateneo de la Juventud, embajador, y subsecretario de la SEP en la época de Vasconcelos.
¡Gran orgullo!