Después de unas merecidas vacaciones, para cargar pila, les cuento que acabó de ver una joya en Netflix que me pareció muy buena. Que hubiéramos dado en nuestros tiempos por tener la libertad de ser aceptados en la secundaria por nuestras preferencias, familia y amigos, y no por ser juzgados por ser diferentes.
Ahora, al ver esta serie llamada “Heartstopper”, me doy cuenta del mundo inclusivo al que cada día se avanza un poco más y más. Me da mucho gusto que veamos este tipo de historias para entender a estas nuevas generaciones que son más libres.
Qué hubiéramos dado por vivir eso que los protagonistas Kit Connor y Joe Locke nos relatan en ocho capítulos, donde vemos que uno está fuera del clóset y el otro, por ser el mejor jugador de Rugby de la escuela, reprime su naturaleza porque siente que lo van a estigmatizar.
Terminándola de ver, me puse a pensar que es un buen ejercicio para los de nuestra generación, o sea, los cuarentones, entender que el mundo evolucionó, que ya no es blanco o negro, rosa o azul, sino que hay una gran gama de colores con los que podemos identificarnos todos, y eso se llama diversidad e inclusión.
Debemos dejar de señalar, criticar y juzgar a las personas por ser diferentes al resto, porque, eso fue lo que nos enseñó la sociedad que nos educó. Los estereotipos ya son cosa del pasado y comencemos a educarnos al ritmo de esta nueva era donde, repito, hay diversidad e inclusión.
Imagínese que en “Heartstoppe” participa Olivia Colman, ganadora del Oscar por mejor actriz en el 2019, interpreta a la mamá que se da cuenta de la preferencias sexuales que su hijo tiene y que le gusta un compañero de su escuela.
Una gran enseñanza para los padres. Por donde le veamos esta serie vale mucho la pena verla porque nos hará entender muchas cosas de la vida actual y si alguno es padre, lo entenderá aún más. Bravo a Netflix por traernos este tipo de series.
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Y ya que estaba dado mi rol por la plataforma, encontré un documental genial “En el blanco, el ascenso y la caída de Abercrombie & Fitch”, nunca me imaginé que esta marca de ropa que en los 90 fuera un boom en el mundo de la moda para jóvenes de todo el mundo tuviera una historia de racismo. Porque, si no eras guapo y caucásico, no podías poder trabajar en la empresa que hizo un dineral de millones de dólares.
Hay que reconocer que innovaron en el marketing de ese entonces y todos querían tener una prenda para poder ser alguien. Me quedé frío con todo lo que vi y les aseguro que cuando la vean, sentirán lo mismo. Échenle un ojo y saquen sus propias conclusiones.
Los invito a que me sugieran, comenten y también me recomienden lo que les gusta. Mis redes sociales son: Twitter @Tinajas, Instagram @tinajas75 y nos vemos la próxima semana.
Ricardo Tinajero
Periodista y productor
Tel. 5585346912