En los últimos días, pasajeros y usuarios de las terminales aéreas del Aeropuerto Internacional Benito Juárez de la Ciudad de México han reportado incidentes en donde más de una aeronave han sido asignadas a ocupar alguna pista de aterrizaje en un mismo momento. Lo que ha derivado en maniobras extraordinarias para salvaguardar la seguridad de los pasajeros.
Uno de los primeros actos como presidente del Lic. Andrés Manuel López Obrador fue la cancelación del Aeropuerto Internacional de Texcoco, el cual habría sacado de circulación al Aeropuerto Internacional Benito Juárez y habría absorbido con una capacidad sobrada a todas las operaciones actuales y futuras de la actual terminal aérea de la Ciudad de México. Esta cancelación se justificó argumentando actos de corrupción que a la fecha no han sido denunciados.
A partir de marzo del presente año, se estrenó el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles, el cual, advirtieron muchos expertos, era complicado que desahogara las necesidades aeronáuticas de la Zona Metropolitana del Valle de México.
Pero para su operación fue necesario el rediseño de las rutas aéreas sobre la ciudad, situación que no solo no ha solucionado el problema del tráfico aéreo de la zona si no que lo ha empeorado, afectando así a miles de usuarios de estas terminales aéreas.
La administración actual esta empecinada en hacer funcionar el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles, aun cuando los expertos han advertido sobre la dificultad de la coexistencia de los distintos aeropuertos en la zona, aunque se sabe que existe ya un esfuerzo por parte de las aerolíneas por activar esta nueva terminal e intentar desahogar en la medida de lo posible el aeropuerto Benito Juárez.
Afortunadamente no hay perdidas irreparables por estos tipos de incidentes, pero desordenes como los que actualmente existen en las rutas aéreas de las Ciudad de México, son producto de decisiones tomadas desde la política y no desde lo técnico y racional. Habrá que darle tiempo al tiempo y ver cual será la salida adecuada para ordenar y optimizar el espacio aéreo de la Zona Metropolitana del Valle de México.