Escribí en una de las columnas anteriores que las condiciones de sequía, derivadas en su mayoría por el creciente fenómeno del cambio climático, que se presentan en el país cubren más del 80 por ciento del territorio nacional.
Pues bien, amables lectores, en esta ocasión analizaremos una de las peores y más devastadoras consecuencias de las condiciones de sequía en México. Nos referimos a los incendios forestales que arrasan todo a su paso, ya sea arbolado, especies animales, viviendas y, por supuesto, vidas humanas.
Los incendios pueden llegar a ser tan grandes e incontrolables que para apagarlos se necesitan hasta meses de actividad humana y de fuertes inversiones de los gobiernos estatales y municipales en adquirir equipos especializados para sofocar las llamas. Para tener una idea más precisa del incremento desbordado de los incendios en la república mexicana y la gravedad de los daños que causan, echemos un vistazo a las estadísticas:
La Comisión Nacional Forestal (Conafor), a finales del mes de abril, reportó 87 incendios en bosques de 18 entidades, incluidas 10 áreas naturales protegidas, con 24 mil 179 hectáreas afectadas. La institución dio a conocer también que los estados con mayores impactos por el fuego son Tamaulipas, Nuevo León, Guerrero, Nayarit, Oaxaca, Sonora, Campeche, Chihuahua, Durango, Chiapas, Estado de México y Sinaloa.
Cabe mencionar que de acuerdo con los reportes diarios de incendios forestales de Conafor, uno de los más grandes e incontrolables que se presentaron durante este año fue el siniestro de la Reserva de la Biosfera “El Cielo”, en Gómez Farías, Tamaulipas, que inició el 16 de marzo y todavía continuaba en la segunda quincena de abril. La conflagración afectó a más de seis mil hectáreas.
Otro de los más grandes incendios forestales registrados por Conafor fue el del Parque Nacional “Cumbres de Monterrey”, en Santiago Nuevo León que llevó más de mes y medio controlarlo y provocó pérdidas en aproximadamente cinco mil hectáreas.
Sin embargo, amables lectores, es de preocupar que la institución federal ha informado que en la tercera ola de calor que afecta el país, se han reportado 81 incendios forestales activos en 16 entidades de la república mexicana, incluyendo nueve en áreas naturales protegidas, esto equivale, según Conafor, a un 40 por ciento más de incendios que el año pasado.
Chihuahua sigue siendo el Estado con el mayor número de siniestros, seguida de Durango, Guerrero, Oaxaca, Chiapas, Jalisco, Michoacán, Tamaulipas, Coahuila y Campeche.
Hay que decir que los costos que representan los incendios en pérdidas económicas para los tres niveles de gobierno oscilan entre los 25 a 30 mil pesos por hectárea, pero sobre todo, los sujetos forestales del bosque que desaparecen con el fuego tardarán decenas de años en recuperarse, lo mismo de las especies de animales, que tienen que emigrar a otras zonas para salvarse de las llamas, así como la pérdida de tierras cultivables que tardarán en recuperar sus propiedades y nutrientes que les permitan volver a ser utilizadas en trabajos de labranza
Como vemos, es un problema gigantesco el cual debemos enfrentar con estrategias inteligentes y operativas, donde la acción de la sociedad civil es fundamental, reportando a tiempo los incendios y exhortando a la población para que sea cuidadosa al no dejar algún material que pueda incendiarse cuando visita un bosque.