La economía mundial vive una situación sin precedentes debido a múltiples factores combinados. Ante estas situaciones, los bancos centrales han tenido que tomar decisiones drásticas que han afectado a la economía de la ciudadanía.
Nuestro país no ha quedado exento de esta situación, a la cual hemos tenido que agregar los factores internos que afectan a la economía nacional, creando una tormenta perfecta para los técnicos del Banco de México.
La semana pasada, el Banco de México incrementó la tasa de interés en 75 puntos base, llegando así a un nivel de 7.75% para intentar detener las presiones inflacionarias tanto internacionales como domésticas.
Si bien hay factores externos para fundamentar esta situación como el corte de cadenas de producción provocadas por la pandemia de Covid-19 y la guerra en Ucrania, también hay factores internos como lo son la sequía que vive nuestro territorio y la inseguridad en muchas regiones del país.
Al aumentar la tasa de interés, el Banco de México busca cumplir su objetivo prioritario de preservar el valor de la moneda nacional a lo largo del tiempo y contribuir a mejorar el bienestar económico de los mexicanos, dándole así más valor al dinero, pero cortando el flujo de la economía, lo que podría verse reflejado en un mediano plazo en decrecimiento económico del país.
Nuestro Banco Central cumple con responsabilidad sus funciones y desde una posición conservadora ha mantenido al peso mexicano con un buen desempeño a través de los eventos mundiales suscitados en los últimos años.
Sin embargo, estamos ante una buena oportunidad de emprender un análisis técnico para combatir la inflación con métodos distintos al alza crónica de tasas de interés.
Nuestro país tiene las condiciones económicas y tecnológicas para cambiar la mecánica contra la inflación y salir avante de cualquier reto que pueda enfrentar nuestra economía.
Existen hoy en día, distintas herramientas tecnológicas por explorar que podrían no hacer otra cosa más que beneficiar a la economía de los mexicanos. Está en manos del Banco de México innovar y pasar a la historia o transitar entre generaciones con los métodos tradicionales.
