La vertiginosa evolución tecnológica que vivimos en el mundo desde hace algunas décadas ha sido aprovechada por grupos que cada día se sofistican más en su forma de operación.
A través de los medios digitales engañan a las personas a quienes les ofrecen créditos y servicios financieros con lo cual esos operadores falsos obtienen ganancias ilegales y les quitan sus ahorros a inocentes.
Por esa razón, se hacen esfuerzos a nivel internacional para identificar a los delincuentes y por medio de la policía cibernética se les combate. De igual forma, las instituciones financieras intensifican las campañas informativas para advertir a los clientes sobre los modus operandi de la delincuencia organizada.
Debido a que se usan medios digitales que funcionan desde diversos lugares y países y tras el anonimato se requiere de un trabajo de investigación, inteligencia y de control con tecnología de gran nivel. En ese sentido, es indispensable la colaboración tanto de los gobiernos, las instituciones financieras y de las propias personas que pueden ser víctimas de esa actividad ilícita.
Sin duda, el gobierno mexicano está haciendo la parte que le corresponde, pero aun así cualquier esfuerzo necesita ser respaldado y coordinado para ser auténticamente efectivo.
Por eso, es fundamental que todas las personas extremen sus precauciones y que en caso de que alguien pretenda cometer algún fraude con sus cuentas o les ofrezcan servicios, como créditos fáciles o dinero, primero verifiquen con las instituciones bancarias, además de denunciar ante las autoridades para que se tomen las medidas necesarias.
El mejor recurso para evitar los fraudes es la prevención, desde el gobierno se están llevando a cabo las acciones correctas de prevención, identificación y, en su caso, de sanción a quienes cometen esos fraudes.
De cualquier manera, lo que más conviene es estar pendientes y no confiar en quienes se aprovechan de las necesidades de las personas para arrebatarles su patrimonio.