El aumento de las cifras de delitos que se cometen en el país es alarmante y reflejan una crisis de inseguridad que viven a diario los ciudadanos. Entre los ilícitos recurrentes y con mayor incidencia se encuentran la extorsión y la comisión de fraudes en contra de las personas más necesitadas.
De acuerdo con el informe realizado por la Organización no gubernamental (ONG), Causa en Común, México es uno de los países con niveles más altos de impunidad, de un grupo de 69 naciones analizadas.
Ante esta terrible situación, el gobierno de López Obrador, aún y cuando está por cumplir cuatro años en el poder, continúa responsabilizando a gobiernos anteriores. Su administración ya rebasó en número de muertes violentas y es evidente que carece de una estrategia de paz y seguridad para responder al pueblo de México.
Resulta ofensivo que se continúe con el discurso desde Palacio Nacional de convocar a “abrazos y no balazos”, ya que esto más que simples palabras son una convocatoria al crimen organizado a delinquir, robar, cobrar derecho de piso y otros delitos, sin que exista una barrera real de contención ante quienes cometen estos ilícitos.
Como un ejemplo alarmante de lo que sucede en el país, se encuentra la Ciudad de México, donde en los últimos dos años (2020 y 2021) se incrementaron en un 50 por ciento las personas víctimas de extorsión y es crítico que cada vez existan más cárteles que extorsionan a los comerciantes cobrando “derecho de piso” para dejarles continuar con sus actividades.
Esta lacerante situación se extiende cada vez más y los datos reflejan que este gobierno, al mando de Morena, no ha presentado acciones eficaces para transformarla. Diariamente en México son asesinadas 80 personas y desde el inicio del gobierno se contabilizan cerca de 32 mil personas desaparecidas. Graves estadísticas ante una administración indiferente.
Militarizar a los cuerpos de seguridad de poco ha servido, hoy los mexicanos son víctimas del crimen organizado. Y ante la grave situación económica que se atraviesa tampoco es una opción poner un negocio, ya que la extorsión es parte de la vida diaria de los ciudadanos. Muy lamentable.