En los recientes días se ha dado noticia de que la Oficina del Representante Comercial de Estados Unidos, realizó la solicitud de consultas para la solución de controversias relacionadas con el capítulo 31 del Tratado México-Estados Unidos-Canadá (T-MEC), por las acciones de política pública y regulatorias de nuestro país relacionadas con la C.F.E. y Pemex.
Ambos regulados en las últimas reformas hechas a la Ley de la Industria Eléctrica, y que han impactado negativamente a las empresas estadounidenses del sector energético; por su parte Canadá señaló que apoya dicha solicitud y que llevará a cabo sus propias consultas al respecto.
Cabe destacar que el proceso de consultas tiene una duración máxima de 75 días para encontrar soluciones, y sólo en el caso de que no se alcanzara un acuerdo entres los tres países, se podrá solicitar un panel de solución de controversias, teniendo un plazo de 150 días para emitir un reporte inicial y después 30 días para presentar el reporte final.
Al respecto, el presidente de México, licenciado Andrés Manuel López Obrador, señaló que “nos defenderemos”; que el presente gobierno no tolerará violación alguna a la soberanía energética de México; que este tema no repercutirá negativamente en las relaciones con el país del norte y que designó a la Secretaría de Economía como la encargada de coordinar la defensa del Estado mexicano durante dicho proceso.
En mi consideración, las autoridades de los tres países resolverán dicha controversia, sobre todo porque el tratado que nos ocupa, tiene beneficios comerciales y económicos para los tres países, esa es su finalidad, adelantarnos a fijar una resolución en un sentido u otro, es un ejercicio incierto, dado que en el proceso, como lo adelanté, existe la posibilidad de llegar a acuerdos, de ahí que, en principio, no vería ninguna preocupación.
