La Organización de las Naciones Unidas (ONU) es una institución de carácter internacional que tiene entre otros propósitos el de estimular el respeto a los derechos humanos y las libertades fundamentales así como servir de centro para armonizar los esfuerzos de las naciones para alcanzar estos propósitos. El trabajo de las Naciones Unidas impacta a las personas de todo el mundo en asuntos que tienen que ver con la paz, la seguridad, el desarrollo y los derechos humanos.
Por otra parte, la Organización de los Estados Americanos (OEA) también es un organismo internacional que tiene entre otros objetivos los de afianzar la paz y la seguridad del continente, asegurar la solución pacífica de las controversias que surjan entre los estados miembros y procurar la solución de los problemas políticos, jurídicos y económicos que se llegaran a presentar entre ellos.
En términos generales, estas son las funciones y la importancia de la ONU y la OEA, organismos que López Obrador descalifica señalando que su actuación no es seria ni profesional. Según él, son organismos conservadores que callan o gritan según les convenga además de costar mucho dinero.
La realidad es que a este personaje, como a cualquier autoritario que viola su propia Constitución, le molesta enormemente la protección y el respeto de los derechos humanos y por supuesto, que le lleven la contraria o que alguien piense distinto a él, como ocurrió con la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Nada Al-Nashif.
Quien hace unos días señaló que militarizar a la Guardia Nacional representaba un retroceso en materia de derechos humanos condenando la aprobación por parte del Congreso de la Unión de las reformas legislativas en la materia impulsadas por López Obrador- y expresó su preocupación respecto a “otras iniciativas que profundizan la militarización de las labores policiacas”. Esto básicamente es el contenido de la propuesta del PRI de mantener a la SEDENA en labores de seguridad pública hasta el año 2028.
Definitivamente el criticar a los organismos internacionales es un berrinche más del presidente que por ignorancia y coraje deja otra vez mal parado a México ante la comunidad internacional. Pero, ¿qué podemos esperar de una persona que desestima la violencia imparable en su propio país? ¿Qué podemos esperar de un “mandatario” que tiene subordinada y bajo su control total a la Comisión Nacional de los Derechos Humanos supuestamente con autonomía constitucional?
¿Qué podemos esperar de alguien que tiene como mejores amigos a los tiranos de Cuba, Nicaragua y Venezuela? Y no olvidemos que invitó al narcodictador y delincuente electoral Evo Morales a nuestras fiestas patrias. Con estas acciones las cosas no pintan nada bien en los próximos años para nuestro México ni en lo económico, ni en lo político, ni en lo social, ni en materia de seguridad.
Verdaderamente desearía que AMLO tuviera el valor de aceptar la invitación formulada por la jefa del servicio de información de la ONU con motivo de sus críticas a esta organización internacional para participar en el segmento de alto nivel de la Asamblea General de la ONU en Nueva York a la que asisten jefes de estado.
Pero obviamente el mandatario mexicano ha descartado su participación. Definitivamente, no se siente cómodo en estos espacios internacionales que no controla. Por lo tanto, continuará descalificando desde la comodidad de las mañaneras. Al tiempo…