En principio conviene señalar que la Guardia Nacional es una institución permanente establecida en la Constitución y está destinada a coadyuvar en la seguridad pública del país. Ello sin menoscabo de las tareas que le corresponden a las entidades federativas y a los municipios.
Este órgano del Estado no tiene fecha de caducidad. Actualmente está integrada por elementos de la policía militar, de la policía naval y en menor medida de integrantes de lo que fue la policía federal.
Además a ese cuerpo de seguridad se han ido sumando otras personas que mediante un estricto sistema de reclutamiento, capacitación, formación y evaluación de capacidades y habilidades, así como de control de confianza han permitido constituir una corporación formada por casi 114 mil guardias.
A lo que se refiere la ampliación del tiempo es a un periodo de transición que en 2019 se estableció en la reforma constitucional para que el titular del Poder Ejecutivo pueda disponer de las fuerzas armadas en tareas de seguridad pública, en tanto se organiza y se consolida la Guardia Nacional.
Ese plazo concluiría en 2024. Es decir que el Congreso, en su momento, autorizó que los policías militares y navales pudieran participar en esas labores durante cinco años.
Sin embargo, después de un análisis a fondo del avance en la construcción de la Guardia Nacional se llegó a una propuesta que requiere mayor tiempo para consolidarla.
En virtud de las condiciones de inseguridad y violencia que existen en diversas regiones del país y a partir, incluso, del diálogo con autoridades estatales y municipales con el propósito de recuperar la paz y la seguridad en todo el territorio es conveniente ampliar ese periodo que se le otorgó a quien ocupe la presidencia de la República
Se trata de que se pueda cumplir de manera eficiente y duradera con el objetivo superior que es garantizar a todas y todos los mexicanos vivir en paz y acabar con la violencia que hoy aqueja a diversos sectores de la sociedad y regiones del país.