No es fácil, pero la vida vale la pena. ¿Qué retos ha atravesado usted en la vida que le han dejado la grata satisfacción de haber hecho un esfuerzo que le llevó a sacar la casta y superar los momentos difíciles?
La vida puede estar llena de dificultades de todo tipo, y lo importante no es deshacernos de estas, sino saber cómo enfrentarlas y qué tipo de valor haremos crecer dentro de nosotros a través de estas experiencias.
Bien dice la vieja metáfora del chamán americano, que no importa el obstáculo, sino aquellos pensamientos a los que se les presta atención, puesto que son los que dominarán en la vida de cada uno, marcando nuestras decisiones, acciones, resultados y destino.
Lo más importante es tener enraizados los valores que nos dan dirección y sentido, para que cuando vengan los vientos fuertes, podamos estar bien afianzados.
Piénselo, al final de los finales, qué le será más placentero entre saber que lo hizo por usted mismo, saber que pudo lograrlo, sentir su fuerza interna, y haber dado lo mejor de usted, o no tener recuerdos de su esfuerzo. No le saque la vuelta al deber, porque bien dice el refranero que el flojo y el mezquino, recorren dos veces el camino.
Pero pase lo que pase, no se dé por vencido. Si se siente abrumado y atorado, tómese un respiro, su mente y su cuerpo le están pidiendo un poco de tiempo fuera.
Cargue fuerzas, escuche la música que le encante, busque cosas o situaciones que le hagan reír a carcajadas, recuerde siempre que todo está cambiando, que nada es para siempre, ni lo bueno ni lo malo, y que si tenemos que aprender una lección, es mejor hacerlo más temprano que tarde.
No se aproveche del débil, ni abuse de su poder, tampoco se desquite con quien menos la debe, recuerde que la vida es una rueda de la fortuna, siempre. Nada pasa desapercibido en el campo cuántico y fractal del Universo, y la ciencia está acercándose cada vez más al descubrimiento de estos principios intuitivos, presentes en los conocimientos de sabiduría divina de todos los tiempos.
Cada pequeño acto es una decisión que va marcando nuestro andar, y genera una resonancia que vendrá de vuelta como creación. Por eso, en lugar de actuar impulsivamente, incluso para decidir tirar la toalla, conecte con esa fuerza interna que le ha sacado de los momentos más oscuros.
No permita que los malos tiempos amarguen su corazón, recuerde que estos pasarán y el estado de su corazón prevalecerá. Si no sabe qué más hacer o dejar de hacer, elija servir.
El servicio es la puerta abierta al corazón de Dios, y es la manera más pronta para atravesar tránsitos de reto. Sea el bien que quiere ver en el mundo, y verá resultados insospechados.
Y, por favor, en el tiempo de vida que le fue otorgado, nunca se rinda de sí mismo, pues siempre, siempre, hay una forma y una manera de superar los retos adquiridos.