México vive una de las peores crisis de inseguridad en su historia moderna. Ello, como consecuencia de la estrategia de “abrazar a los delincuentes” que se ha dictado desde Palacio Nacional.
La administración del presidente López Obrador ha fracasado en materia de seguridad. Hoy, tras casi cuatro años de gobierno, hay más asesinatos, más desaparecidos, más violaciones graves a los derechos humanos.
Las consecuencias de la fallida estrategia de seguridad están a la vista de todos. Tan solo en este gobierno, más de 135 mil personas han sido asesinadas y más de 37 mil se encuentran desaparecidos.
Que en México diariamente 1,670 personas sean víctimas de robo, o que 94 mexicanos sean asesinados, o que 58 mujeres sean violadas, es resultado de la política de impunidad del presidente López Obrador.
Las violaciones a los derechos humanos, los muertos, los desaparecidos, las víctimas del delito han incrementado de manera alarmante con este gobierno. En los últimos 4 años, Morena ha demostrado su ineficiencia para darle paz a México.
Que las fuerzas armadas prolonguen su presencia en tareas de seguridad pública, transgrede los acuerdos y tratados internacionales de los que México es parte, ya que su uso debe ser de manera extraordinaria, regulada, fiscalizada, subordinada y complementaria.
Los organismos internacionales no están equivocados, la presencia de las fuerzas armadas en las calles no solucionará el problema de inseguridad de este país.
Se necesita un cambio de estrategia, donde abrazar a los delincuentes no sea el eje rector de la política pública. Se les necesita perseguir, enjuiciar y encarcelar en un debido proceso.
Hoy, la delincuencia organizada tiene más poder que el propio gobierno, pone candidatos, decide quiénes pueden abrir sus negocios, toman las calles y todo, ante la complacencia del gobierno federal.
Que el Secretario de Gobernación recorra todo el país -para promover su imagen-, descuidando su encargo, solo deja en claro una cosa, la seguridad pública no es prioridad para este gobierno, solo les interesa seguir en una ilegal campaña política.