Un año más con salud, trabajo y armonía familiar es suficiente para agradecer, pero también ayuda el que podamos estar seguros durante este periodo y no sufrir malos momentos. Como cada año, comparto algunas recomendaciones para cerrar el 2022 en paz y con tranquilidad:
1.- Redes sociales cerradas, fotos y videos de las vacaciones publicadas hasta el regreso. Es temporada de buenos deseos y de compartir, pero eso no significa que debemos publicar nuestras ubicaciones en tiempo real o dar información personal, siempre sensible, a cualquier persona que accede a nuestras cuentas y plataformas.
Cuidado con el acceso, que debe estar reservado solo para personas de confianza y presumir las vacaciones al regreso, con la ventaja de que provoca la misma envidia.
2.- Verificar la seguridad del hogar antes de salir de descanso. Este consejo está asociado a la publicación de fotos y video durante las vacaciones. Para cualquier delincuente especializado en robar inmuebles, basta con reconocer algunos de los datos que aparecen en un posteo para asegurarse de que no habrá nadie en casa. Muchos navegan en busca de víctimas y, si nosotros abrimos la puerta de lo virtual, abrimos la de la vida real.
Comprobar que cerraduras y pestillos de puertas y ventanas están en buen estado es indispensable; entregar un juego de llaves a una persona de confianza, avisar de la ausencia a los vecinos o a la administración del edificio, son medidas estándar para que estemos tranquilos, mientras la persona cercana confirma que todo se encuentra en orden y retira la correspondencia.
3.- No dejar señales de supuesta presencia. Quitar estados de cuenta, catálogos y correspondencia en temporada de vacaciones sirve para evitar que un delincuente identifique una vivienda sola.
Aunque parecen herramientas de publicidad de otros tiempos, siguen llegando (particularmente con los periódicos) inserciones de ofertas, cupones y muestrarios impresos que son visibles desde muchos lugares. Retirar este papelerío inhibe al criminal que busca entrar a una casa o departamento. Tampoco es útil dejar luces prendidas o programar aparatos electrónicos para tener música que simule actividad.
Nada en contra de las cámaras remotas conectadas a los timbres y a los teléfonos celulares vía aplicación, solo que es difícil pensar que eso ahuyentará al delincuente, a menos de que estemos en coordinación con las fuerzas de seguridad, lo que es posible en muchas ciudades del país, aunque no en todas.
4.- Comprar solo en sitios seguros, en lo real y en lo virtual. Ya lo hemos tocado en otras ocasiones, pero se debe repetir una y otra vez: el riesgo de delitos en compras electrónicas aumenta en épocas de fiesta y está asociada a las que dejamos de último momento.
Si ya no pudimos prever, entonces compremos en portales que sabemos son seguros y por medio de sistemas de pago autorizados. En las calles, procuremos llevar una lista y el dinero exacto para surtirla.
Acudir con todo el aguinaldo para ver qué podemos encontrar es llamar la atención de delincuentes entrenados en identificar a posibles víctimas que no tienen claro lo que van a adquirir. Una persona que sabe a lo que va es difícil de sorprender y, si se logra, lo más seguro es que traiga el presupuesto justo.
5.- No responder llamadas, mensajes o correos electrónicos de destinatarios desconocidos. La extorsión, en todas sus modalidades, es un delito que puede crecer estacionalmente en este lapso.
Ofertas simuladas, parientes que llegan por sorpresa y necesitan ayuda, compras no autorizadas, entre muchas otras variantes, son ganchos que buscan aprovecharse porque el estado emocional es distinto y podemos relajarnos y caer en este tipo de engaños.
Siguiendo estas medidas podemos asegurar unas fiestas tranquilas, sin colocarnos en una situación de riesgo, aprovechando que hemos llegado al término de un año que, espero, haya sido mejor para todos.
Una felicitación para los lectores y sus familias, que tengan momentos de tranquilidad y de armonía.