El gobierno federal tiene una obsesión por destruir las instituciones ciudadanas que tantos años de lucha nos han costado.
Se quieren perpetuar en el poder y tienen miedo de que los mexicanos no voten por ellos, ya que su gobierno ha sido un fracaso, por eso, aprobaron a toda prisa el “Plan B” electoral de López Obrador.
Sin duda, esta reforma es una muestra del retroceso de la vida política y pública de nuestro país al que nos quiere llevar Morena.
Lamentablemente, la reforma aprobada por Morena y sus partidos aliados, ponen en riesgo la vida democrática de nuestro país.
Hoy, en México tenemos procesos electorales que buscan ser imparciales, con equidad en las contiendas y una amplia participación ciudadana donde cada voto debe contar, sin embargo, Morena quiere abusar del poder que hoy tienen para adueñarse, a la mala, de los espacios públicos.
Aunado a ello, la reforma impulsada desde Palacio Nacional pretende legalizar lo ilegal, permitiendo que los servidores públicos del régimen se promocionen.
Es decir, no utilizarán los recursos públicos para la seguridad, ni para mejorar el transporte, ni para mejorar las condiciones de vida de los mexicanos.
PUBLICIDAD
Utilizarán el dinero de los mexicanos para promover la imagen de los candidatos de Morena.
Durante cuatro años de gobierno, se han dedicado a hacer campaña, pero no han atendido los problemas de los mexicanos.
Hoy, hay más inseguridad, más violencia, la inflación sigue en sus máximos históricos, pero lo único para lo que utilizan su mayoría en el Congreso mexicano, es para seguir en una ilegal campaña.
Los consejeros del INE tienen razón al decir que se pone en riesgo el proceso electoral de 2024. Morena le apuesta al desorden, a la confrontación, a la simulación.
Esperemos que la Suprema Corte resuelva los instrumentos jurídicos que se han interpuesto y declare, a la brevedad posible, inconstitucional el “Plan B” de López Obrador.
Los mexicanos merecen buenos gobiernos y vivir en democracia.