Para leer con: “Edge of Town”, de Middle Kids
Imaginar el futuro no podría estar en mejores manos que en las de la Ciencia Ficción.
Quienes se dedican a predecir tendencias tienen claro que la imaginación puede llegar a cualquier parte, por lo que le bastaría a alguien con una mente abierta, enfocar una dirección y convertirla en modelo de negocio.
Al menos esto es lo que piensan los futurólogos sobre sí mismos. Pero si necesitas cambiar un lavabo, reparar el piso o tienes que pintar una pared, no hay tiempo para inspirarte en Ciencia Ficción. Hasta hoy. Hace suficientes décadas como para delatar la veteranía de alguien, figuró en la cultura popular el Capitán Spock, personaje de la saga de Star Trek, al mando de la nave USS Enterprise.
En la entrega The Next Generation de esta serie se introdujo el uso de una habitación vacía, de color oscuro y con guías cuadriculadas que servía como espacio de experimentación para crear ambientes imaginados en 3D gracias a la proyección de energía electromagnética.
Tenía un nombre críptico y en sí misma propiciaba intriga: la llamaban “Holodeck”. La cadena de tiendas Lowe’s, dedicada al mantenimiento del hogar, diseñó una habitación en la que con tabletas y dispositivos tecnológicos, seleccionas accesorios y detalles estéticos de tu próxima reparación, para luego ver, en esa misma pantalla, un fragmento de la imagen digitalizada de lo que será tu nuevo baño.
En caso de que hubiera alguna duda de la referencia, a la herramienta la llamaron “Holoroom”. Se trató de uno de los primeros pasos comerciales de Realidad Aumentada, tecnología que hoy no es noticia, el detalle aquí es el camino que siguió este desarrollo: el área de Innovación de la empresa basó todo el proyecto en un show de Ciencia Ficción.
Darle a la data un alma
La Ciencia Ficción se hace vieja pronto. Volver al Futuro y Robocop no se ven hoy con asombro, sino con ternura. La prisa por adelantarse y ganar tiempo al presente permite que haya empresas cuya propuesta de valor es la de imaginar el futuro de organizaciones y sus entornos.
Después de todo, el valor de la Ciencia Ficción para este entorno no reside en su capacidad predictiva sino en la construcción de escenarios alternos no previstos. Y para esto, nadie mejor que un escuadrón de escritores del género.
La empresa se llama Sci Fi Future, está en Estados Unidos y desarrolla proyectos de innovación usando Ciencia Ficción como premisa posibilitadora. Intel, General Mills, Ford, Visa, Samsung y Pepsi son algunos de los entusiastas que han abordado la nave de la imaginación con un destino productivo.
Sci Fi Future emplea más de 200 escritores de Ciencia Ficción con la idea de acelerar el futuro deseado en ambientes empresariales. Sus servicios van, desde la generación de productos editoriales como antologías y motion comics, hasta narraciones interactivas, realidad aumentada y casos de uso estratégicos como medida de anticipación.
Hay problemas para los que la solución óptima estaba en un carril alterno. Razón por la cual, no son pocas organizaciones las que han encontrado que invertir en escenarios de ficción abre posibilidades no solo creativas, sino de abierta innovación.
Pero no son solo finales felices. Hay quien se acerca a esta empresa para pedir que se imaginen los finales más preocupantes y amenazadores. Sí, hablamos de contratistas militares.
Las historias producidas en este contexto van desde pistolas inteligentes que son hackeadas y están a punto de causar masacres civiles, hasta un videojuego de balística en el que los jugadores no saben que en realidad están operando campañas militares en la realidad.
¿Dónde quedó la realidad, si ahora es imaginada?
La ficción puede estar quedando corta cuando se mide con la realidad. Si una empresa echa mano de Ciencia Ficción para modelar futuros, también es probable, por lógica complementaria, que puede quedar corta o ambigua.
El valor del ejemplo no radica en nombrar SFEOs (Science Fiction Excecutive Officers), sino en algo más sutil y humano: reivindicar el poder de la imaginación.
Hershey’s ideó una impresora 3D para que saques tus propios chocolates del dispositivo; el modelo escolar de la facultad de Diseño, D. School, de la Universidad de Stanford se basa en Ciencia Ficción para que los alumnos cuenten con características flexibles, adaptables, y relevantes en el plan de estudios, así como en los materiales pedagógicos.
Por eso el futuro ni sus herramientas para acercarlo deberían intimidar a una sociedad a la que le urge un remanso lúdico.
Hacer del futuro y sus posibilidades una materia de estudio es fascinante. Transportarte con la mente, sea con un método creativo o científico a un plano del futuro alimenta no solo el celuloide, ni el enfoque empresarial, sino el espíritu y la imaginación, combustibles no negociables de la innovación.
Apodérate de tu mente
Los griegos pensaban que la creatividad era un mecanismo en el cual, un espíritu se apoderaba del control de la mente. El Capitán Spock no tuvo la necesidad de desechar la idea: la replanteó al diseñar una realidad alterna. Una para imaginar.
Por eso es útil saber que devolver la magia a la realidad es un objetivo compartido tanto de la Ciencia Ficción, como de la Innovación.