Opinión

El Zócalo para todos

Zócalo (Andrea Murcia/Andrea Murcia)

No se requiere tener una ideología en particular, ser seguidor de un partido político o apoyar a un personaje para comprender que hay espacios que le pertenecen a la ciudadanía, que no tienen exclusividad y que no pueden ser apropiados por nadie. Es el caso del Zócalo de la Ciudad de México o de cualquier plaza pública del país.

Durante décadas las plazas han invitado a la manifestación o a la celebración, al encuentro o a la protesta. Debemos celebrar lo que pasó el domingo 26 de febrero en el país, no solo si se tiene partido respecto a lo que está sucediendo con el Instituto Nacional Electoral, sino por observar que los espacios públicos les pertenecen a todos.

Desacreditar las concentraciones, en un sentido o en otro, es lamentable, si bien en los últimos años se han desprestigiado los movimientos políticos con acarreados y clientelismos que movilizan para vitorear al candidato o gobernante en cuestión en espacios públicos. Nadie tiene el derecho de minimizar una manifestación.

No podemos negar que, por un lado, este gobierno tiene una capacidad natural para concentrar y llenar espacios, pero por otro tampoco podemos dejar de ver a una ciudadanía que no comparte las ideologías del gobierno, que despertó y está dispuesta a salir a las calles a protestar.

A nadie le debería de asustar que unos marchen en favor o en contra de algo o de alguien, esa también es la democracia, la libertad de ideas, la capacidad para coincidir o diferir de otros. El punto es respetar a quien no piensa de la misma manera.

Muy lamentable la desacreditación para quienes marcharon el domingo, por cuestiones sociales o ideológicas, lamentable intentar ensuciar su pensamiento acusándolos de defender a personajes que no venían al caso en esta concentración. Lo único que evidencia esta manera de minimizar a otros es la falta de ideas y el miedo hacia el que piensa distinto.

Seguirán muchas concentraciones, ahora mismo se vislumbra la del 8 de marzo, posiblemente el encuentro más impresionante de los últimos años y una de las marchas más importantes de las últimas décadas. Tanto por lo que representa, como por su organización y sus asistentes.

Todos tienen el derecho a manifestarse, es constitucional. Habrá quien siga creyendo que es con movilizaciones y con promesas como se debe de convocar a la gente. Habrá quienes sigan teniendo la fuerza para concentrar a sus seguidores y habrá marchas que vayan más allá de los partidos políticos como la del domingo pasado. Así que las plazas de todos, el Zócalo para todos.

* Las declaraciones y opiniones expresadas en este artículo son de exclusiva responsabilidad de quien las escribe y firma, y no representan el punto de vista de Publimetro.

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