El panorama laboral en México pinta una lenta recuperación después de la covid-19. Según datos del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), al mes de febrero de 2023 hay una variación mensual de 287,573 empleos generados, de los cuales el 55.6% corresponde a empleos permanentes.
Esa variación de puestos es la segunda mayor que se ha registrado en periodos comparables, pero no por ello significa que haya una recuperación significativa en todos los sectores del país.
Antes de entrar en más pormenores, es importante que mencionar que, según la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) del INEGI, al cuarto trimestre de 2022, la población de 15 años y más representa 99.8 millones de personas y, de ellas, 58.4 millones son personas económicamente activas ocupadas, es decir, apenas son las que participan en el mercado laboral.
Es decir, apenas poco más de la mitad de la fuerza de trabajo del país tiene actualmente una ocupación que le genere ingreso económico.
Por otro lado, la encuesta señala que hay 1.8 millones de personas Desocupadas, 4.4 millones Subocupadas y 5.4 millones de personas disponibles. Es decir, un total de 11.6 millones. De igual forma, ello representa un ascenso bastante paulatino ante las urgencias que tenemos como país.
Simplemente, 196,317 personas afiliadas al IMSS ganan el salario mínimo en México, mismo que equivale a $523.2 al cierre de febrero de 2023 y que no alcanza para la canasta básica, más no alimentaria (Línea de pobreza por ingreso) de $4,299.19 pesos mensuales para lugares de residencia urbanos y de $3,089.37 para lugares de residencia rural.
Según “México Cómo vamos”, el 38.5% de la población no puede adquirir la canasta básica con el ingreso laboral de su hogar. Pero ¿puede hacer algo el Estado por la generación de empleo? Sí, sí puede y vale la pena saber qué es lo que están haciendo otros estados para producir más empleos que otros y, por lo tanto, para paliar la pobreza alimentaria.
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Nuevo León y Jalisco son las dos entidades que están creando más empleos formales en todo el país, respectivamente con 34,047 y 31,557 empleos a febrero de 2023, según datos del mismo IMSS.
Nuevo León es la entidad cuyas empresas han creado más empleos en el país durante los primeros dos meses de 2023, contribuyó con el 11.8% del empleo generado en estos dos meses del año y se espera que esa tendencia siga al alza con grandes proyectos, como la llegada del gigante Tesla a la entidad. Tan sólo en febrero, el estado registró 16,851 nuevos empleos.
Por otro lado, Jalisco tiene la cifra más alta desde 1997 para un primer bimestre del año, mientras que tan sólo en febrero se crearon 13 mil 263 puestos de trabajo, cifra mayor al promedio para este mes en los últimos 10 años. Además, Jalisco en 2022 fue líder en generación de empleo al sumar 82 mil 963 nuevas puestos de trabajo.
De un análisis de los anteriores datos de empleo se colige que hay un mayor sector de confianza en los empresarios de ambos estados y que ambos son ya un referente de especialidad.
De igual forma, se le atribuyen los resultados a las acciones realizadas por ambos gobiernos estatales a través de sus diversas coordinaciones y secretarías, que crean situaciones para que el empleo germine y crezca.
Los gobiernos de ambos estados promueven un mayor desarrollo de la industria en condiciones de equidad y movilidad social, y garantizan la libertad del mercado defendiendo la equidad social, con salarios dignos y una perspectiva de género e intergeneracional.
También dan cuenta de un marco institucional que elimina la discrecionalidad en el manejo de las finanzas públicas y que incentiva la creación de empleos formales y estables.
Los principales sectores, como Minería, Agricultura y Pesca, Construcción, Comercio, Manufactura, Servicios y Comunicaciones y Transporten reportan expectativas positivas en ambos estados y se ha trabajado para reducir la informalidad, donde ha habido mayores porcentajes de personas en situación de pobreza y, sobre todo, se ha apoyado la integración de los trabajadores no asalariados a la economía formal.
No con esto se trata de decir que ambos estados tienen resuelto el tema económico, pero vale la pena continuar analizando cuáles son las buenas prácticas de los gobiernos que lo están acercando a buenos resultados para que pueda replicarse en el resto del país.