En el último año, las y los maestros aprendieron a multiplicar, sumar y restar. Ahora, esa disposición para atender otras necesidades genera en ellos mejores condiciones emocionales.
Un análisis del Consejo Ciudadano de la Ciudad de México sobre las atenciones brindadas a profesores de todo el país indica que el apoyo por contención emocional se multiplicó, ellas y ellos sumaron voluntad para ayudar a la comunidad escolar y restaron afectaciones emocionales.
En el contexto de las celebraciones por el Día de las y los Maestros hay un dato que vale la pena resaltar: la búsqueda de apoyo creció este año cinco veces en comparación con el primer cuatrimestre del año pasado.
La pandemia por Covid —declarada por la OMS como terminada en su fase de emergencia sanitaria mundial— develó en los profesores necesidades emocionales.
Los síntomas relacionados con la ansiedad llegaron a ocupar hasta una cuarta parte de los primeros auxilios psicológicos brindados en la Línea de Seguridad o Chat de Confianza, 55 5533 5533 —en servicio 24/7, gratuito a todo el país—; ahora representan uno de cada seis.
Las y los docentes tomaron conciencia de la necesidad de integrar a su rutina hábitos de autocuidado para incrementar su bienestar emocional, pues no hay salud sin salud mental.
Ahora enfrentan otros desafíos. La digitalización de la vida diaria ha llevado al empleo extendido del celular u otros dispositivos por parte de niñas, niños y adolescentes, que incluso puede darse al interior de las aulas y durante las clases y ser motivo de estrés.
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Qué hacer ante esas circunstancias es el reto. Las tecnologías de la información ya demostraron que pueden ser un gran aliado en los procesos educativos y de socialización. Aprovecharlas es labor docente.
Las y los maestros ya comenzaron a hacer la tarea.