El Eje 3 que divide la Colonia Doctores de la Colonia Buenos Aires todos los días ve un nombre distinto pintado en sus bardas, de Monreal, pasa a Sheinbaum, de Claudia llega a Rosa Icela, ha visto pasar sus días para echarle porras a Santiago y luego a Adrián. Ha promocionado las actividades de Lopez Obrador y hoy mientras escribo estas letras está lleno de letreros promocionales para Ebrard.
La Ciudad se ha vuelto el mejor campo de batalla para todos y todas los que aspiramos a repetir en un cargo publico. Pero hay que tener en cuenta, muy en cuenta, algo:
La Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos en su Artículo 134, señala que " La propaganda, bajo cualquier modalidad de comunicación social, que difundan como tales, los poderes públicos, los órganos autónomos, las dependencias y entidades de la administración pública y cualquier otro ente de los tres órdenes de gobierno, deberá tener carácter institucional y fines informativos, educativos o de orientación social. En ningún caso esta propaganda incluirá nombres, imágenes, voces o símbolos que impliquen promoción personalizada de cualquier servidor público”.
Es decir si a ti y a mi no nos gusta como viene la Constitución deberíamos desde el Congreso local una reforma a este artículo, porque bien entiendo que es muy muy complicado no caer en este supuesto y como Comunicóloga bien creo que podría ponerse a consideración si vale o no la pena analizar cambios.
De manera muy particular yo creo que difundir tu trabajo político con nombre, imagen, voz o símbolos no debería ser penado si esto no se realiza con dinero público y si fuera posible colocando un límite mensual dependiendo del cargo, y esto ¿por qué? Porque las y los ciudadanos merecen saber qué haces y por qué, merecen saber qué fuerza política representas y cómo lo estas haciendo. Serviría también para ver si realmente representas a la comunidad por la que trabajas.
Las y los que sabemos de Comunicación política sabemos que la política es un rostro humano, y mientras la ley siga siendo la limitativa privilegiando “la imparcialidad y el buen uso del recurso público en este sentido” le seguirá negando a las y los electores la posibilidad de relacionar, un nombre, con un logo, con un rostro y esto, repito en mi muy particular punto de vista, no sólo le quita vida a la política , le quita arraigo, y la posibilidad de conectar o no con un funcionario publico electo e impulsado por un partido político.
El otro lado de la moneda ya en temas de violaciones electorales, lo anterior podría cumplirse tan sólo los primeros 2 años del cargo , si el cargo dura 3, y los primero 5 si el cargo dura 6, y luego tener en consideración lo que indica la Ley Procesal Electoral de la CDMX, clara, en su artículo 8 y 10 que habla de las infracciones de los partidos políticos a la Ley General de Partidos Políticos y al Código:
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Donde señala acerca de realizar actos anticipados de precampaña y campaña que constituyen infracciones de las personas “precandidatas o candidatas a cargos de elección popular en el Código con la realización de actos anticipados de precampaña o campaña, según sea el caso,” lo que a todas luces es y serán la cientos de bardas pintadas por toda la ciudad
Deberíamos saber si debemos cambiar la ley para que se aplique a la nueva realidad que enfrentamos, en cuanto a la necesidad de precampañas tan anticipadas , por ejemplo en caso de Alianzas y definición de candidatos o si así lo necesitan los organismos políticos.
Porque queramos o no, venga en la ley o no, las bardas son uno de los mayores instrumentos ciudadanos, porque es lo que ve la gente llegando a su casa todos días y este es solo un ejemplo. La ley debe cumplir los requisitos de la sociedad, y el saber quién con rostro y logo, es quién te representa debería ser un derecho no solo una oportunidad en tiempos electorales.