Una noche de diversión no tiene por qué convertirse en una experiencia peligrosa.
Fortalecer el autocuidado e impulsar la solidaridad comunitaria con las personas más vulnerables resultan fundamentales para prevenir algunas prácticas de depredadores delincuenciales.
Por ejemplo, en bares o antros se pueden registrar algunas de estas situaciones.
Uno. Llegas a un bar o antro, pides una bebida, te la acabas y vas al baño. Cuando regresas tu trago ha sido rellenado sin tu consentimiento.
Dos. Un desconocido te invita una copa ya preparada o alguno de tus acompañantes te ofrece de su bebida.
Tres. Compartes mesa con un grupo de personas a quienes acabas de conocer y permites que ellas preparen lo que bebes sin reparar en el contenido.
Podrías ser víctima de una práctica conocida como “canasteo” o “spiking”, consistente en agregar sustancias químicas —generalmente benzodiacepina— en la bebida de una persona con la intención de provocar pérdida de conciencia y robarle o abusar sexualmente.
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El tema se colocó en el centro de atención luego de la difusión de casos mortales, como el Íñigo Arenas. El empresario, de 41 años, murió dentro del centro nocturno Black Royce, en Naucalpan, luego de que presuntamente agregaron algún químico a su bebida; cuatro mujeres y dos hombres fueron vinculados a proceso por este caso.
Para evitar el “canasteo”, en el Consejo Ciudadano de la Ciudad de México recomendamos acudir acompañadas o acompañados, observar la preparación de lo que vas a ingerir, no perder de vista tu bebida y no aceptar copas de desconocidos.
Mantenerse alerta y consumir con responsabilidad es fundamental para la seguridad, así como reportar irregularidades.
La Línea de Seguridad o Chat de Confianza, 55 5533 5533, del Consejo Ciudadano brindan orientación preventiva, apoyo emocional y acompañamiento jurídico de manera gratuita, confidencial, 24/7, para todo el país.