Mucho se habla de las culturas, sus vestigios, obras de arte, lugares maravillosos que nos muestran una gran parte de nuestra historia, personajes que cambiaron el rumbo del mundo, pero si no fuera por los historiadores y escritores, difícilmente tendríamos tanta información, la cual nos ayuda a comprender nuestro presente y visualizar el futuro.
Herodoto, Tito Livio, Jules Michelet, Eric Hobsbawm, Mary Beard, y muchos más, han dedicado su vida a la investigación y reflexión de los hechos históricos que han sacudido al mundo.
En México, también tenemos grandes figuras que dejaron una huella importante como Luis González y González, Margarita Espinosa Blas, y por supuesto, José Ignacio Dávila Garibi.
Don José Ignacio nació el 22 de junio de 1888 en Guadalajara, en el seno de la familia católica y tapatía formada por don Ignacio Dávila Cabrera y Elena Garibi.
Desde joven, mostró pasión por la historia y las lenguas extranjeras, realizó sus estudios en el Instituto San José de los Jesuitas, y para 1916 obtenía su título de abogado, al tiempo que se casaba con María González e ingresaba en la Junta Auxiliar Jalisciense de la Sociedad de Geografía y Estadística en donde fungió como secretario.
En 1921, el Arzobispo Francisco Orozco, le pide recolectar información sobre la Diócesis de Guadalajara, razón por la cual viajó a Europa y se instaló un año en el Archivo Secreto Vaticano y en el Archivo de Indias. De esas investigaciones resultó la Colección de documentos históricos inéditos o muy raros, referentes al Arzobispado de Guadalajara (1922-1927). Publicó sus Breves Apuntes acerca de los chimalhuacanos: civilización y costumbres de los mismos y en 1932, “Los últimos representantes de la raza otomí en Jalisco”, estudios que le inclinaban al estudio de las lenguas indígenas. También se dedicó a la investigación de la vida de algunos conquistadores de la Nueva Galicia y de las genealogías de los independizadores Miguel Hidalgo y Costilla y don Agustín de Iturbide.
Presidió en dos ocasiones la Academia de Lengua Náhuatl, desaparecida en 1943, fue elegido miembro de número de la Academia Mexicana de la Historia, en cuyas Memorias colaboró constantemente.
Historiador, investigador, catedrático y políglota (dominaba el idioma inglés, francés e italiano, además de varias lenguas indígenas) dejó un gran legado para la historia de México. Falleció un once de enero de 1981, a la edad de noventa y dos años.
¿Comentarios? Escríbeme a terealcantara08@gmail.com
Fuente de consulta: Vázquez, J. Z. (s.f.). José Ignacio Dávila Garibi – Academia Mexicana de la Historia. Academia Mexicana de la Historia – Impulso, desarrollo, fortalecimiento y difusión de estudios históricos de México. https://www.academiamh.com.mx/miembros/jose-ignacio-davila-garibi/
