Opinión

El respeto al mundo interno del niño (a): crecer en la verdad

¿Es necesario que mi hijo o hija tenga conocimiento sobre temas que competen a los adultos?

Por Ana Paula Hernández

“La verdad es el alimento de la mente y, por lo tanto, es esencial para el crecimiento de la misma”. W. Bion.

Una de las grandes interrogantes de cualquier padre, madre, educador (a) o tutor (a) se resume en preguntarnos si es necesario que mi hijo o hija tenga conocimiento sobre temas que competen a los adultos, sobre la historia familiar del pasado, la muerte de algún ser querido, una enfermedad, discapacidad, divorcio, situaciones sociales, etc. No queremos que tengan una experiencia amarga a tan corta edad, en la mayoría de dichas situaciones buscamos la mejor manera de transmitir lo acontecido, pero no siempre tenemos muy claro el cómo acercarnos a ellos y con qué finalidad.

Publicidad

Hemos sostenido la idea de que ante cualquier situación los niños (as) se adaptan, son moldeables o no tienen la capacidad suficiente para entender lo que pasa a su alrededor, omitiendo la existencia de su mundo interno y las fantasías que de ahí se despliegan, corremos el riesgo de asumir que debido a su etapa de desarrollo en algún punto lograrán entender su mundo externo.

Cuando hablamos de etapa infantil en psicoanálisis viene inmediatamente a la mente Melanie Klein, psicoanalista que dedicó gran parte de su obra a explicar los componentes inconscientes que se ven implicados en el desarrollo emocional y mental de la infancia. Vale la pena destacar que, al referirnos a fantasías, como lo hicimos anteriormente, aludimos a lo que Klein llamó fantasías inconscientes. “Las fantasías inconscientes están siempre presentes y activas en todo individuo... determinan el estado psíquico del sujeto y su relación con la realidad externa. La fantasía inconsciente influye y altera constantemente la percepción o la interpretación de la realidad, de la misma manera la realidad ejerce su impacto sobre la fantasía inconsciente” (Segal H., 1982) La fantasía viene a satisfacer los deseos subyacentes de la realidad externa, por otro lado, puede ser una defensa ante experiencias desagradables. Más allá de lo que el niño o niña pueda imaginar, se encuentra toda una estructura psíquica compuesta de experiencias reales y deseos inconscientes que construye la vida mental de su adultez.

Aunado a lo que compone el mundo interno del niño (a) se encuentra lo que Bion llamaba ́deseo innato de conocer ́, deseo inscrito en todo ser humano de querer conocerse a sí mismo y a los demás. Así mismo, Bion consideró la tolerancia a la frustración como un factor trascendental desde el nacimiento, necesario para el proceso de formación de pensamientos y la capacidad de pensar, es decir, de conocer la verdad. “El hombre necesita expresar, que se trata de algo que necesita buscar y encontrar, y que es esencial para la satisfacción de su curiosidad” (Poblete, 2009). continuará…

C7 Salud Mental


+52.552106.0923

+52.55.1951.4858

Facebook: @c7saludmental

Instagram: @c7saludmental

Mail: c7saludmental@gmail.com

Síguenos en Google News:Google News

Contenido Patrocinado

Lo Último