Los avances de la tecnología son inevitables. Satanizar la inteligencia artificial lo único que logrará es no poder transitar hacia el futuro de lo que será posible, y esa “cancelación” significará una puerta cerrada a otros efectos positivos que sí podrían suceder con estos cambios.
Partiendo de ahí, hay que reconocer que tenemos un problema de “usuario”. Esto significa que la gente que ignora o no tiene la más mínima noción de cómo hacer un uso ético de la tecnología, cualquiera que esta sea, nos está condenando a que solo se mal utilice y, por tanto, las consecuencias sean negativas.
Por eso mismo, el debate es necesario en el Poder Legislativo. Saber qué es, en qué consiste, los alcances y los límites para detonar las posibles acciones.
Es lamentable que personas violenten derechos de autor, de imagen y de vida privada al alterar estas fotografías o videos con inteligencia artificial. Sin embargo, seguiré insistiendo que es esto más un problema de estupidez humana y violencia que estos avances tecnológicos.
Hay que ver la gravedad de este comportamiento de tal manera que pueda ser sancionado, pero seguir en el debate sobre los otros usos que sí permiten el desarrollo de los países y que, definitivamente, no se pueden obviar, porque la inteligencia artificial, nos guste o no, es el presente de nuestras vidas y llegó para quedarse. Lo que es mejor: para hacernos evolucionar.
“Es lamentable que personas violenten derechos de autor, de imagen y de vida privada al alterar estas fotografías o videos con inteligencia artificial. Sin embargo, seguiré insistiendo que es esto más un problema de estupidez humana y violencia que estos avances tecnológicos”.