En México la transición política y partidista es un hecho desde más de dos décadas. Hoy el Congreso de la Unión, conformado por el Senado y la Cámara de Diputados, no le pertenece a ningún partido, pues ninguno tiene la mayoría absoluta como ocurría en el pasado.
Después de las elecciones del 2000, la pluralidad política se estableció en el país, y por ende, México evolucionó como democráticamente, pues el mapa de la República comenzó a pintarse de diferentes colores partidistas, lo mismo que el Congreso; pero hoy todo esto está en riesgo si permitimos que el actual régimen nos siga gobernando.
Y está en riesgo, porque al inquilino de Palacio Nacional no le gusta la democracia, y mucho menos, la pluralidad. Él no soporta a quienes piensan distinto y añora tener el poder absoluto. En donde el único pensamiento válido sea el de él, es decir, regresar a un régimen totalitario.
Por eso hoy hago un llamado a los partidos que conformamos la oposición para que trabajemos arduamente, y consigamos la mayoría parlamentaria tanto en el Senado como en Diputados, porque solo así, prevalecerá en México la pluralidad política y los contrapesos.
No se trata solo de esperar a que los ciudadanos hagan su parte a través del voto, sino que también nosotros como organizaciones políticas hagamos nuestra parte y salgamos a las calles a mover almas como diría nuestro fundador, Manuel Gómez Morín.
Pasaron 70 décadas para que México fuera una democracia; para que contara con un órgano autónomo encargado de los procesos electorales, al que llamamos IFE, ahora INE; y para que en el Congreso las minorías fueran escuchadas y consideradas.
Por eso hoy como nunca, y ni por equivocación, podemos regresar al régimen autoritario y totalitario que nos llevaron décadas sacar del poder. De ahí que sea indispensable que el partido que hoy nos gobierna no solo se salga de Palacio Nacional, sino que no consiga la mayoría parlamentaria ni el Senado, ni en Diputados.
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Nuestro objetivo como oposición se ve complicado, más no imposible, y es por eso que llamo a los líderes del PAN, PRI y PRD, a que no solo la Presidencia de la República sea la meta, sino la mayoría parlamentaria en el Congreso, pues solo cerrándoles el paso en ambas Cámaras, impediremos la implementación de sus absurdas y descabelladas reformas.
Por nada debemos regresar al autoritarismo ni al totalitarismo. México debe seguir siendo un país demócrata en donde la pluralidad prevalezca, y todas las voces sean escuchadas, pero sobre todo, donde la ciudadanía sea el eje y no los caprichos de un solo hombre.
Impidamos pues la continuidad de un mal gobierno, y sumemos voluntades para ir por un Congreso autónomo, representativo y plural.