Opinión

Niñas y niños armados

Hace una semana nos enteramos de que en Ayahualtempa, Guerrero, niñas, niños y adolescentes, fueron armados por la policía comunitaria

Hace una semana nos enteramos de que en Ayahualtempa, Guerrero, niñas, niños y adolescentes, fueron armados por la policía comunitaria para defender su localidad del crimen organizado.

Niñas, niños y adolescentes que en lugar de traer en las manos un libro, un juguete, una pelota, traen un arma porque no se sienten seguros en sus hogares debido a que los delincuentes quieren apropiarse de sus comunidades.

Por ello los pobladores decidieron armar a 20 menores de 11 a 15 años, entre ellos cinco niñas, y presentarlos como integrantes de la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias-Pueblos Fundadores (CRAC-PF).

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“El gobierno no nos da seguridad. Estamos esperando que el gobierno haga su trabajo. Sabemos que es ilegal pero ellos (los niños), están dispuestos a trabajar como policía comunitaria. El gobierno nos dice que es un delito violar los derechos de los niños, pero que nos dice de la delincuencia organizada que tiene niños de 11, 12, 13 años, que los usa como halcones. Son los que vigilan a la población, son los que nos están perjudicando, por eso estos niños ya tienen todo el conocimiento, el adiestramiento”, dijo uno de los adultos integrantes de la policía comunitaria.

Con los rostros cubiertos, ropa tipo militar y armas, algunas de palo, los menores señalaron que están haciendo esa tarea porque el gobierno no les da respuestas sobre la desaparición de sus familiares.

No es la primera vez que sabemos de menores armados para realizar tareas en las policías comunitarias, al parecer comienza a convertirse en una constante ante la falta de seguridad y pacificación en algunas regiones del país, particularmente en Guerrero.

La imagen de las niñas, niños y adolescentes armados es el mejor ejemplo de que la estrategia “abrazos, no balazos”, es un fracaso, ya que mientras las y los ciudadanos vivimos temerosos, los delincuentes se mueven con total libertad e impunidad por el país.


El fracaso en materia de seguridad por parte de este gobierno, ha provocado que en comunidades como Ayahualtempa, los menores de edad tengan que portar armas y ser miembros de las policías comunitarias.

Mientras que el presidente siga sin aceptar la crisis de inseguridad y violencia que vivimos en México, y afirme que “vamos bien”, veremos más menores con armas defendiendo sus comunidades, aunque ello implique poner su vida en peligro.

Pero como para este gobierno indolente la muerte de una persona, sea adulta o menor, no es grave, continuará abrazando a los criminales y dejando a su suerte a niñas, niños y adolescentes en todo el país.

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