Si un desconocido te aborda en la calle con la pregunta “¿cómo mides el éxito en tu vida?”, ¿podrías dar una respuesta que te tranquilice más de lo que te preocupe?
Los lugares comunes se han encargado de modelar el discurso en torno al éxito. Desde el número de followers y likes, hasta la acumulación de dinero y poder, sin necesariamente entender cómo disfrutarlo.
Pero la noticia de la semana, en la que la agencia meteorológica de la ONU declaró una alerta roja por estar tocando la frontera de un estado técnico de catástrofe climática del planeta, puede hacer cuestionar el valor del concepto de éxito de todos los que aquí habitamos. ¿O sirve de algo cerrar un negocio o consolidar un proyecto en un lugar paulatinamente inhabitable?
Otras nociones de éxito
La noción de éxito es altamente subjetiva y puede que en parte ese sea el fondo del conflicto. Mientras uno esté a salvo, poco importa lo que lo rodea. Se trata de una máxima cotidiana validable en las artimañas corporativas, la apacible vida vecinal y el inspirador ambiente político.
¿Cómo sería una sociedad en la que el éxito fuera medido por la cantidad de incertidumbre que uno pudiera tolerar en beneficio de quienes lo rodean? ¿Qué pasaría si el ecosistema premiara a quien menos acumula? ¿Y si el exitoso en el mundo fuera quien, en un acto de desprendimiento, dedicara su vida a mejorar tangiblemente su comunidad? ¿Qué pasaría si el barómetro de éxito social apuntara a la riqueza y el carácter significativo de las relaciones e interacciones humanas fuera de cualquier reflector y pantalla? ¿Qué cambiaría si el éxito en la vida apuntara a la capacidad de contribuir al bienestar común sin esperar reconocimiento?
En tiempos del ingreso a las actividades cotidianas de una inteligencia artificial, medir el éxito necesita una mirada despojada de los paradigmas que han probado ser superfluos o útiles a mecanismos socialmente funcionales. Por eso la pregunta tendría que alumbrar si la mayoría de las personas están en condiciones de responder con claridad y certeza su factor de éxito en la vida.
Hay un factor de éxito que he visto en el curso de la historia y del cual poco se habla: la capacidad para mantener la curiosidad despierta, aceitada y accionable.
Esta habilidad para cuestionar convicciones propias y ajenas, con la disposición de flexibilizar y accionar, necesariamente conduce a un proceso de reinvención.
¿Sería esa, la ruta más noble para comprender el éxito, fuera de la mecánica obtención de un logro o el proceso funcional de completar una meta aplaudida por las redes o la inercia?