El candidato de Movimiento Ciudadano por la presidencia ha dejado clara cuál es su visión para un México mejor: las 26.2 millones de personas jóvenes (de 18 a 29 años) como principal motor de cambio e innovación.
Es el único candidato que sin los recursos faraónicos ni los tiempos de campaña con los que pudieron planear las otras candidatas, ha visitado en menos de dos meses (desde el arranque de su campaña del 1 de marzo) 18 universidades y ha dejado claro los planes que concretará junto a los jóvenes en caso de llegar a la presidencia con base en un México nuevo: un México que se construye en equipo y que combate sus problemas de forma integral y no de manera insensata y aislada como lo ha hecho el actual gobierno y los anteriores.
A su estilo directo y franco, ha compartido sus reflexiones respecto a los aspectos que mantienen a México en el estancamiento a pesar de su potencial y ha resaltado a la corrupción como uno de sus principales cánceres. Para erradicarla ha mencionado el aprovechar más la tecnología para mejorar los procesos de transparencia y rendición de cuentas. Ha propuesto también que las licitaciones que realice el aparato gubernamental sean abiertas y hacer obligatorio el tres de tres no sólo para los políticos, sino también para las empresas proveedoras del gobierno, a fin de evitar empresas fantasmas.
Máynez cree que la competitividad y la preparación, pueden desarrollarse aún más en un marco gubernamental que procure una mejor distribución de riqueza para todas y todos. Con un enfoque inclinado a la socialdemocracia y no de falsas izquierdas que se han abanderado algunos movimientos políticos actuales, ha enfatizado que la preparación es fundamental para enfrentar los desafíos que el mundo trae consigo, por lo que en caso de llegar a la presidencia de la república, duplicará a medio millón de becas en todo el país para que los jóvenes de universidades públicas y de universidades privadas puedan estudiar en México y en el extranjero, basado en la triste realidad de que sólo 18 jóvenes de cada 100 en nuestro país, o 2 de cada 10, pueden terminar una carrera universitaria.
Bajo el mismo esquema, ha propuesto servicios de salud a todas las mujeres y adultos mayores y servicios de salud para el acceso seguro a la interrupción legal del embarazo, además por supuesto, de haber impulsado previamente como legislador el Sistema Nacional de Cuidados, que brinda protección a quienes más nos cuidan: las mujeres. Y como defensor de ellas, ha dicho abiertamente que considera el feminismo como el movimiento más importante de nuestro tiempo.
Máynez “la está rompiendo” (como dicen los jóvenes) en las redes sociales como TikTok, X, Facebook e Instagram tras ser considerado el ganador del debate. Su autenticidad y personalidad es algo que ha destacado, que ha sabido usar para explicar la política de una forma amena, clara y precisa. La canción de Presidente Máynez suena en gimnasios, antros y demás centros de esparcimiento y hasta en Corea… Con independencia de filias y fobias y de lo que vaya a ocurrir el próximo 2 de junio, es realmente admirable que un candidato millenial en tan poco tiempo “la esté rompiendo” con este sector poblacional que no sólo representa el 30 por ciento de la Lista Nominal, sino que es activo, admirablemente crítico y que desde el 2003 ha demostrado según los mismos datos del Instituto Nacional Electoral (INE) que tiende a disminuir su participación conforme aumenta su edad, tal y como se vio en las pasadas elecciones de 2012 y 2018, donde los primovotantes de 18 años participaron más de un 60%, en contraste con el resto de jóvenes del rango de 20 a 29, cuyo rango de participación no superó el 53%.
A las candidatas de la vieja política les ha faltado autenticidad y conocer al público con el que están hablando, incluso teniendo la facilidad de acceder a las escuelas públicas a las que a Máynez el gobierno le ha dificultado e impedido.
Los temas son dinámicos y ante la revolución tecnológica son las y los jóvenes quienes están tomando la batuta en las decisiones de la vida pública. Serán la misma constancia y el esfuerzo los que develen quien es la persona natural para encausar los ímpetus, para erigirse como la verdadera oposición, para innovar y abordar temas complejos como el cambio climático y las estrategias de seguridad que apelan a la no violencia y desmilitarización. Y aún falta más.