Sector bancario prende alertas Citibanamex, una de las entidades financieras internacionales más importantes, en plena transformación global y que en México preside Manuel Romo, presentó ayer un análisis de sus especialistas que muestra clara inquietud sobre la marcha que observa la política desde el triunfo arrasador de la ahora virtual presidenta electa, Claudia Sheinbaum. Este informe prevé nuevos deslizamientos del peso frente al dólar, mayor debilidad de los contrapesos políticos, presión sobre el manejo de la deuda de Pemex -hasta ahora, dice, sin riesgo claro sobre el grado de inversión- y un margen de maniobra decreciente en el manejo financiero del gobierno. El único elemento alentador marcado en este análisis es la ratificación al frente de Hacienda de Rogelio Ramírez de la O, quien a estas alturas quizá haya comenzado a contar los días que la faltan para cumplir la estadía -¿dos años, o sólo uno?- a la que se comprometió con el presidente López Obrador y la propia doctora Sheinbaum.
¿”Quo vadis”, Mario Delgado? “Ojalá me invite”, ha dicho en entrevistas el dirigente nacional de Morena, Mario Delgado, al referirse a la posibilidad de que Claudia Sheinbaum lo convoque a formar parte de su gabinete. La virtual presidenta electa anunció que la próxima semana dará a conocer a los integrantes de su gabinete -aunque no dijo si el legal o el ampliado. Don Mario fue, hay que recordar, secretario de Finanzas de la ciudad de México en el gobierno de Marcelo Ebrard, pero al parecer ninguno de los dos se quiere acordar ya de esa historia. Sin embargo, esas cartas credenciales lo han animado a dejar caer en oídos selectos su aspiración a dirigir una institución con peso en las finanzas nacionales. En algún momento habría insinuado que Hacienda (¿por qué no?), pero ahí no habrá relevo; luego miró hacia Pemex, pero ha distinguido nubarrones, por lo que viró la barca con rumbo a CFE…, y así. ¿A dónde vas, Mario Delgado?
Día negro para Lenia Batres La ministra predilecta de la 4T volvió a desbarrar ayer en plena sesión del pleno de la Corte. Cuando se estaba a punto de votar, alegó que sus apuntes se le habían traspapelado y por tanto, al parecer confundió las tarjetas que le preparan para salir del paso. Al mismo tiempo, un tribunal federal y en concreto el magistrado Ricardo Gallardo, le prohibió bloquear comentarios de ciudadanos que llegan a sus redes sociales, donde los maloras, que seguramente no forman parte del pueblo bueno, se dan vuelo haciéndole saber sus opiniones. La disposición judicial se basa en jurisprudencia de la Corte sobre el mayor escrutinio social al que está sometido todo servidor público.
Manotazo de medios sobre el mercado La empresa Comscore, que monitorea el tráfico de usuarios en internet de medios de comunicación en buena parte del mundo, enfrenta una rebelión en la industria periodística global que esta semana incluyó a “El Universal”, número uno en México en penetración digital, según el propio Comscore. El diario, el de mayor veteranía en la capital y uno de los de mayor prestigio en el país, rechazó que Comscore incluya en sus reportes mensuales las cifras de seguidores en las redes sociales de los propios medios. Se trata de un indicador fácilmente manipulable si se paga a redes para atraer a un mayor público. La percepción es que Comscore incurrió en una engañifa cabildeada por las redes mismas. Por otra parte, esos indicadores, como el de todas las redes, como Facebook, Instagram o TikTok, nunca ha tenido compromiso alguno con la calidad periodística y su rol en una sociedad democrática; antes, al contrario. El retiro de medios de Comscore se ha extendido ya a Colombia con su diario más importante, “El Tiempo” de Bogotá; a la principal revista, “Semana”, y a la compañía de medios regional “El País”, de Cali. En Argentina se prepara una deserción en bloque. Menudo callejón cerrado en el que se metió esta compañía, pese a su experiencia en el mercado.