Para leer con: “Cabinet”, de Trespassers William
Por definición, un gabinete de curiosidades o “wunderkammer” es un espacio que los más aficionados al coleccionismo tienen para exhibir sus piezas exóticas. En él se manifiestan los intereses más oscuros del coleccionista, así como aquellos que destacan por su funcionalidad y estética.
Varios gabinetes de curiosidades ganaron renombre en la historia, como el de Sir Hans Sloane, un médico y coleccionista inglés que fue reuniendo especímenes botánicos, objetos arqueológicos y piezas históricas que conformaron la base de lo que hoy es el Museo Británico.
Pero, ¿cuál era el objetivo de estos gabinetes? La idea inicial, era proyectar egos, pero en el fondo, generaba el intercambio de ideas, acompañadas de un debate académico.
Seguramente ya se habrán advertido algunas semejanzas y distancias al vuelo con un gabinete presidencial y como ayer se presentaron los primeros nombres que acompañarán a Claudia Sheinbaum en su gestión presidencial vale la pena hacer un ejercicio.
El gabinete
Los mensajes están hechos de signos. Y, sin intención de juzgar si un nombramiento es benigno o no, propongo jugar a clasificar signos.
Nos dieron siete nombres y cargos (como en serie televisiva que apuesta por la tensión en la audiencia). Como en un gabinete de curiosidades, la estructura define la permanencia de cada pieza en la colección, así que la idea es que, dados los estantes del mueble, acomoda las piezas donde mejor creas que embonan:
Las piezas:
Marcelo Ebrard
Alicia Bárcena
Ernestina Godoy
Juan Ramón de la Fuente
Julio Berdegué
Rosaura Ruiz
Rogelio Ramírez de la O
Los estantes:
Los académicos
Personas con credenciales y experiencia que por sí mismas validan el nombramiento y le dan solidez al equipo.
Los amigos
Aquí se encuentran los leales, quienes, sin importar los resultados, deben estar cerca.
Las imposiciones
Los recomendados de alguien más arriba que, sin importar si fueron amigos o rivales, están porque tienen que estar (ya más tarde se endulzará el plato bajo el grito de unidad).
Los inexplicables
Aquellos personajes que, por más que uno les busque explicación, no hay tal para que figuren en el gabinete.
Desde el Siglo XV, el propósito de un gabinete de curiosidades era reunir conocimiento en forma de piezas que se distinguieran por su rareza, misma que se esperaba que produjera valor.
Veremos si es el caso de estas piezas en este nuevo gabinete.