Pensar en ensamblar un BMW en México en el siglo pasado era casi una locura, pero la historia empezó cuando en 1994 BMW funda en julio su empresa a la que llamo “BMW de México S.A. de C.V.”, con la que empezó a poner las bases para lo que hoy conocemos y vemos en muchas calles del país.
Esta semana platiqué con Diego Camargo, exactamente el día de la celebración de sus primeros 30 años en el país y para todos los aficionados puedo decirles que habrá vehículos que seguramente celebrarán este aniversario, quizás en número limitado y casi seguro saliendo de la planta de San Luis Potosí, imagino autos sumamente especiales y en lo más alto de su segmentos.
Con BMW, hoy la historia se cuenta sola pues al cumplir 30 años en el país los números son claros, 385,000 vehículos circulando en el país y más de 68,000 motocicletas, con un total al día de hoy de 3,900 personas que trabajan en la empresa, en distintas localidades del país, tanto en sus oficinas centrales en Santa Fe en la Ciudad de México, como en su planta de ensamble en crecimiento y con nueva inversión para las baterías eléctricas, como en su centro regional de partes y su centro de entrenamiento en Toluca.
Pero el camino no ha sido siempre fácil, para entrar a México el plan de negocios tuvo que contemplar ensamble en el país en la planta de Lerma que llegó a producir el Serie 3, el Serie 5 y hasta unidades del Serie 7, pero lo que le ayudó a convertirse en una empresa de grandes compras de autopartes en el país, con lo que llegó a tal su confianza en la calidad y número de componentes producidos por distintas empresas, que finalmente decide en 2014 poner una planta de ensamble orientada a la gran calidad y exportación, con producto exacto para México como el Serie 2 sedán, el serie 3 Sedán y el M2, además de que ya ha anunciado la producción futura de vehículos de su nueva generación eléctrica en el país.
A su llegada era increíble ver los BMW en las calles, en general a los pocos y lujosos autos alemanes que llegaban, pero BMW supo posicionarse y el cliente entendió su concepto y hoy llevamos varias generaciones de mexicanos para quienes tener la marca en el país no es cosa rara sino parte importante de los vehículos premium.
Siempre ha sido un placer el manejo de sus autos, siempre han estado a la altura de esta promesa y ahora dan el gran avance de la electricidad mientras siguen nutriendo los híbridos y emocionando con la gasolina.
En estos 30 años he tenido oportunidad de entrevistar a todos sus CEO, todos distintos, algunos extranjeros, pero todos enfocados en el negocio de servir al cliente con la experiencia BMW y ofrecer toda su gama de productos. Eso ha sido la constante que ha llevado a su posicionamiento.
PUBLICIDAD
Estos años a Diego Camargo le toca la responsabilidad mayor del país, mientras ve aumentar su contingente eléctrico, el país vive una de sus máximas etapas de competitividad en el mercado, algo que sin duda lo lleva a la era de nuevo producto, tecnología y satisfacción al cliente. Felicidades a Diego y su equipo, en gran época le toca estar en el puesto y veremos.
Si hace 30 años era increíble verlos por todo el país, con una de las mejores plantas de ensamble de BMW y con operaciones de Mini hacia la electricidad como las motocicletas siendo un mercado principal en la región. Larga vida al placer de conducir en México.