La discriminación y el odio hacia las personas trans no terminará con la tipificación de los transfeminicidios, pero la reforma al Código Penal de la Ciudad de México es un avance histórico.
Luego de ocho años de lucha de Kenya Cuevas tras del asesinato de su amiga Paola Buenrostro, en la zona de Buenavista, se ha logrado una herramienta legal contra los crímenes de odio.
La semana pasada, en el Congreso de la capital nacional fue aprobada la Ley Buenrostro en memoria de la mujer trans asesinada en 2016, para castigar hasta con 70 años de cárcel a los transfeminicidas. En septiembre del año pasado, como alcaldesa de Iztapalapa, la ahora Jefa de Gobierno electa, Clara Brugada, inauguró el primer mausoleo trans, un espacio digno para el descanso de ellas.
Más allá de los años de condena —importantes como un elemento de encarecimiento del delito y a la vez un disuasor— hay un poderoso significado en el reconocimiento de los asesinatos por razones de identidad de género.
Tan solo basta recordar que la negligencia e incapacidad de la entonces Procuraduría de Justicia condujo a la liberación del transfeminicida, quien sigue prófugo.
Erradicar la discriminación y violencia demanda acciones integrales, desde todos los frentes: ciudadanas, legislativas, policiales, de investigación, judiciales... Solo así podremos terminar con expresiones que van desde las bromas y burlas transfóbicas, la exclusión de los espacios públicos, las agresiones físicas, el abuso sexual hasta la desaparición y el transfeminicidio.
Esta es una lamentable lista de actitudes contenidas en el TRANSViolentómetro, una herramienta diseñada por el Consejo Ciudadano de la CDMX para acompañar la atención jurídica y emocional ofrecida desde la Línea y Chat Nacional Diversidad Segura, 800 000 5428.
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La reforma al Código Penal convierte a la CDMX en la segunda entidad, después de Nayarit, en tipificar este tipo de crímenes y coloca a México a la vanguardia mundial. Aunque otros países, como Argentina, Uruguay o Chile, penalizan los crímenes de odio no hacen referencia explícita a la comunidad trans.
En la capital nacional hay instrumentos para sacudirse el odio.