El potencial del celular

Estos smartphones ofrecen una combinación de rendimiento potente, diseño atractivo y funciones inteligentes
Foto: (Dreamstime)

Pensar en estar un día sin teléfono celular podría considerarse una pesadilla o una hazaña imposible en estos tiempos. Estar conectados hoy es una necesidad y para millones de personas la única manera en que se puede estar en varios lugares al mismo tiempo.

Nuestra comunicación moderna se divide entre mensajes instantáneos, “emoticones”, videos breves, “memes”, y mensajes de voz, que podrían considerarse repetitivos, cuando bien podríamos marcar directamente al número de la persona con la que estamos intercambiando grabaciones. Sin embargo, lo actual es escuchar la voz del interlocutor y mandar la propia como respuesta, una curiosa derivación de las llamadas convencionales.

Esta semana me encontré con un artículo acerca de las bondades de los teléfonos móviles y la posibilidad de que las estemos desaprovechando. La cantidad de dispositivos celulares en México ya se encuentra en los 125 millones de personas, lo que representa el 96.5% de la población, de acuerdo con el informe Digital 2024 Global Overview. Con esa cobertura, valdría la pena saber los alcances de estos aparatos y estar al tanto de sus ventajas.

Una de ellas, según el texto, es la posibilidad de no usar dinero en efectivo o de retirarlo sin una tarjeta de por medio. Esta es una funcionalidad que ofrecen la mayoría de las aplicaciones de los bancos comerciales y sirve como un elemento de seguridad adicional si sabemos cómo emplearla. La tendencia, no obstante, es abandonar paulatinamente el circulante, lo que se refleja en un descenso notable en las operaciones bancarias en ventanillas y la costumbre, que avanza cada mes, de controlar nuestra cuenta desde el móvil. Un mundo sin sucursales, cajeros, billetes y monedas, está acercándose.

La segunda funcionalidad que cobra fuerza es la de manejar ciertas instalaciones del hogar a través del celular. Cada vez conozco más personas que responden al timbre de la puerta de forma remota y con cámaras incluidas. Otros controlan la iluminación y algunos más instalan chapas electrónicas que han jubilado llaves y llaveros.

Sin embargo, estas nuevas oportunidades tecnológicas no están exentas de riesgos. Si bien ganar cierta seguridad, porque ya no se maneja dinero físico es atractivo, no elimina las posibilidades de un robo cibernético; igual que quedarse fuera de casa porque el celular se quedó sin batería o encontrar la puerta abierta porque falló la aplicación al irse la energía eléctrica del inmueble.

Cualquier progreso significa adaptación y nosotros debemos construir una cultura preventiva que vaya de la mano de los avances que prometen facilitarnos la existencia. Cada función que deleguemos en nuevos aparatos electrónicos tiene que venir acompañada de medidas de seguridad y de disposiciones que contemplen posibles errores.

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La tercera característica todavía no aprovechada de los teléfonos móviles son las cámaras y las aplicaciones que emplean su resolución para escanear o copiar documentos al momento. Si ya el celular es una oficina ambulante, con posibilidad de editar presentaciones y escribir textos, ahora contamos con esa herramienta para, en tiempo real, copiar con fidelidad.

Suena de ciencia ficción, pero los rostros, el iris de los ojos, las huellas digitales, son características que podrían ser copiadas con algún programa de inteligencia artificial. Apenas estamos introduciendo la tecnología de reconocimiento lo suficientemente poderosa para encontrar a una persona en una multitud, pero eso significa que también puede intentarse engañar a esos programas con imágenes falsas.

Finalmente, un beneficio aprovechable son las descargas que permiten traducir conversaciones de inmediato y cuyo propósito original es ayudarnos a comunicarnos en países donde el idioma es distinto. No estoy tan seguro de esta bondad. Precisamente uno de los atractivos de la vida es aprender y un nuevo idioma es la llave para comprender una cultura. Claro, eso lo digo olvidando momentos difíciles en los que no he logrado hacerme entender durante un viaje. Sin embargo, esa realidad se acerca y, como en todo cambio de época, debemos hacer el mejor uso de la tecnología, más de una que parece ser indispensable para existir y que ha modificado como ningún otro avance nuestra existencia.

* Las declaraciones y opiniones expresadas en este artículo son de exclusiva responsabilidad de quien las escribe y firma, y no representan el punto de vista de Publimetro.

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