Opinión

Otoño

El equinoccio de otoño en 2024 ocurrirá el próximo 22 de septiembre en el hemisferio norte

El equinoccio de otoño en 2024 ocurrirá el próximo 22 de septiembre en el hemisferio norte. Este evento astronómico marca el momento en el que el Sol cruza el ecuador celeste, lo que resulta en que el día y la noche tengan aproximadamente la misma duración. Durante esta época, las temperaturas comienzan a descender, las hojas de los árboles cambian de color y se preparan para caer, dando lugar a los paisajes otoñales característicos. Este fenómeno también es un momento de equilibrio entre la luz y la oscuridad, representando una transición entre el verano cálido y los meses más fríos del invierno. Alinearse con las celebraciones de los equinoccios y solsticios, permite que trabajemos con las fuerzas constructivas de la naturaleza. Sincronizarse con la fase de energía por la que transcurre nuestro planeta Tierra nos convierte en un canal para diseminar las virtudes de la Divinidad a través de nuestro Ser. El inicio del Otoño es el tiempo de la Tierra en el que entramos a lo que en un día de 24 hrs. equivale al atardecer, o en la vida, a la madurez. Las civilizaciones antiguas trabajaban alineadas a las fuerzas naturales para poder edificarse como culturas. El Equinoccio de Otoño se asocia con la cosecha, al recuerdo positivo y la añoranza de tiempos pasados y, con esto, al aprecio y la gratitud por los ancestros. El Otoño, en las enseñanzas de lo que se conoce como Geometría Sagrada, está relacionado con la figura del icosaedro, con el cuerpo emocional y la energía del corazón, con la glándula Timo, en la que se guardan los recuerdos de la infancia, con la amistad, con la intuición, y con el sentido del gusto. Se relaciona con los signos astrológicos de agua: Cáncer, Escorpión y Piscis. El Otoño es un excelente momento para limpiar nuestras emociones mediante el perdón, la generosidad, la alegría, la fe y el misticismo. También para estar en familia, reconectar con los buenos amigos, y relacionarnos desde lo más verdadero de nosotros con quien nos quiera realmente por lo que somos. Es un estupendo momento para reconectarnos unos con otros, y reconciliar diferencias. Es un período para utilizar la nostalgia como gratitud y recrear lazos por medio del fuego, de la cocina, de regalarnos momentos de calidad a través de la elaboración culinaria y de compartir la mesa y el pan. La celebración de los muertos, por ejemplo, es un ritual clásico e intuitivo del tiempo otoñal, sumamente acertado y propicio. El Otoño es un excelente periodo para ofrecer, ofrendar, orar, honrar, y agradecer con humildad; para escuchar cánticos y música sacra, bailar libremente, trabajar con mantras, y dejar fluir la escritura o el dibujo no estructurados, para darle cabida al ejercicio del hemisferio derecho del cerebro, y sobre todo, para darle unas vacaciones al ego que cree que lo sabe y lo abarca todo y dejarse llevar por la intuición del espíritu y la sabiduría de la voz interior. Cada estación del año tiene una función en la naturaleza, y es sabio aprovecharla para que, así, la naturaleza le otorgue fuerza de vida a nuestras creaciones. Este tiempo es una muy buena y bonita oportunidad de recomponer lo que tenga que ver con nuestro aspecto emocional, emotivo, y de vínculos entrañables, incluido nuestro vínculo con la Madre Tierra, con lo que tengamos concebido como Dios, con nuestro pasado y con la vida. Aprovechemos este periodo para estar en bendita paz. Feliz inicio de Otoño.

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