La boyband más importante de los noventa fue Technoboys: un grupo que causó furor en todo el mundo. Su carismático líder, Alan, era la voz y el sueño de miles de adolescentes que se desmayaban a su paso. Los otros miembros de la banda eran Charly, Leo, Babyface y Fer, cada uno con sus propias características, como debe ser una boyband.
Como suele suceder en la música, los Technoboys tuvieron un rival musical: Los Saborígenes, banda caribeña que con su ritmo tropical entre merengue y tecno, competían al tú por tú con Technoboys. Más o menos por esa misma época surgió una princesa del pop: Melena, que hasta el día de hoy sigue cosechando éxitos.
Y créanme: si ustedes no supieran que esto es la trama de la película Technoboys, con Luis Gerardo Méndez y Karla Souza, podrían pensar que se trata de la historia real de la industria musical en México.
Esta película ha sido toda una revelación en plataformas digitales. A mi gusto no había una película tan divertida desde “Nosotros los Nobles” que fue protagonizada, de igual manera por estos dos actores. La banda Technoboys nos recuerda a Magneto (obviamente, con su vocalista Alan), pero también a Mercurio, MDO, H2O y hasta Kairo o Ragazzi. Los Saborígenes podría ser Proyecto Uno o Ilegales. Y Melena, nos recuerda a Fey o Lynda.
Pero todo esto que les he contado en estos párrafos es tan solo la premisa de la película y lo que aparece en los primeros cinco minutos de la trama. En realidad la esencia de la película es hacer una crítica a todo: a la incorrección política, a lo común que resultaba tener bandas tropicales y presentarlas como algo “exótico”, a las relaciones entre artistas y sus managers, al regreso de las bandas noventeras a este 2024. Escenas y escenas que nos llevan de la risa a la pena ajena, que nos recuerdan cómo se vivieron exactamente los años noventa. Se ve que la trama estuvo cuidadosamente escrita y mejor documentada. Un deleite.
Platiqué con Luis Gerardo Méndez hace unos días sobre la cinta, que además dirige: “Puse todo mi cuerpo, mi cabeza y mi sudor. Como actor es muy loco porque cuando además eres director, se vuelve un poco esquizofrénico. Te vas corrigiendo en cada escena. Ya lo había hecho en Club de Cuervos, me tocó dirigir un par de episodios, pero todo estaba hecho. Dirigir una película es crear un universo desde cero, crear los personajes, el tono ¡y todo!”.
Todas las canciones de la película son originales, hechas por dos talentazos: Amandititita y Ulises Lozano, de Kinky que se ve que se divirtieron mezclando ritmos y yendo del pop al merengue. Luis Gerardo me contó que mucho antes de hacer la película tuvieron que crear a la banda Technoboys, componer las canciones, grabar los videoclips enteros (que están disponibles en YouTube) “Nos encerramos en la casa de Amandititita y Ulises, en Los Angeles, para escuchar toda la música, desde Jeans, a OV7, Caló, Lynda y decidir que queríamos referenciar”.
Dense una oportunidad y vean Technoboys. Créanme que si aman la música como yo, la van a disfrutar mucho. Y si ustedes fueron adolescentes en estos años ochenteros y noventeros, recordarán esa época en la que recortábamos revistas, pegábamos posters en las paredes del cuarto y nos aprendíamos las coreografías de nuestro grupo favorito. No se van a arrepentir.