Me encantan las anécdotas de artistas que se dedican a otra cosa antes de dedicarse por completo a la música. Esto era muy común antes: por ejemplo el gran Javier Solís tuvo que dedicarse a ser panadero, carnicero y hasta cargaba canastas en los mercados para poder mantenerse.
Fue en una carnicería donde el dueño del local vio en Javier esa veta artística y lo animó a que fuera a un concurso de talento. Algo similar pasó con Pedro Infante, que fue baterista, barbero y carpintero antes de convertirse en el ídolo de todo México.
Aunque estos ejemplos suenan a cosas que sucedieron el siglo pasado, la realidad es que hay casos como el de Bad Bunny, que trabajaba en un supermercado para poder mantener sus estudios.
Pero hace poco me enteré de un caso muy especial: hay un cantante que se quería dedicar a ¡ser zapatero! y pasar sus días arreglando el calzado de los demás. Claro que este era un sueño de niño, pero la música le ganó ¿Adivinas quién es? Pues el mismísimo Alejandro Sanz.
Alejandro Sánz comenzó tocando su guitarra cuando era un pequeño de siete años y a los diez ya componía sus primeras canciones. Empezó, como todos, formando su banda de rockeros adolescentes con chalecos de mezclilla y jeans, a la que no le fue nada bien y tuvieron que separarse al poco tiempo. Pero la espinita de la música no lo dejó y sacó su disco debut “Viviendo Deprisa”
Hace poco vi la primera presentación de Alejandro en televisión: era un chaval, con una camisa tipo hawaiana de manga larga, jeans y tenis. Tocaba “Pisando Fuerte”, su gran éxito del año ‘91 en el programa “De Par en Par”.
Parece increíble que hayan pasado tantos años, tantas giras, tantos éxitos en los que se convirtió en uno de los grandes de Hispanoamérica. Más de 25 millones de discos vendidos en todo el mundo, 22 Latin Grammy, 4 Grammy y muchos premios más
Pues hace poco pude platicar con él y sigue siendo igual de cálido que siempre.
Esta charla fue con el pretexto de su nuevo álbum “SANZ” así, todas con mayúsculas. Representa el regreso a esa faceta que todos amamos de Alejandro, con letras poéticas que llegan al alma. El primer sencillo de esta producción se llama “Palmeras en el jardín” y precisamente hoy está disponible en todas las plataformas digitales.
Alejandro Sanz no viene solo: este sencillo fue producido por los ganadores del Latin Grammy Casta y Spreadlof que han trabajado entre otros con Manuel Turizo, Shakira, Rosalía y Yatra. Pero además fue mezclado por el multipremiado Lewis Picket, cuyo trabajo se ha destacado en los materiales de Juanes, C. Tangana o Carlos Vives.
Escúchenlo, déjense enamorar otra vez por este madrileño que ha sabido reinventarse y al mismo tiempo, mantener sus raíces. Es un gran regreso de una de las voces más grandes que tenemos en español.