La frase “lo mejor está por venir” puede parecer un optimismo simple, pero en realidad, y si lo intencionamos con el poder de la conciencia, representa un poderoso catalizador para la transformación personal y la reprogramación neuronal.
El cerebro, como indican investigaciones neurocientíficas, tiene una tendencia a repetir patrones de pensamiento y comportamiento que resultan de experiencias pasadas. Estas repeticiones son circuitos automáticos que, al mantenerse en uso constante, limitan las posibilidades de cambio y de creación de nuevas realidades.
Esta idea es respaldada por el concepto de neuroplasticidad, el cual establece que el cerebro puede reorganizarse y crear nuevas conexiones neuronales a través de experiencias diferentes, pensamientos positivos y nuevas creencias.
Cuando se asume el enfoque de que “lo mejor está por venir”, el cerebro recibe el estímulo necesario para romper con patrones anclados en el pasado y abrirse a una visión de un futuro mejor para nosotros.
Al acceder a un estado de conciencia en el que es posible no sólo reconfigurar nuestra realidad, sino replantear nuestras creencias sobre el futuro, podemos liberarnos de patrones limitantes y explorar un rango más amplio de opciones para la vida.
Esta es una manera de interactuar con el campo de la conciencia universal, una idea que también ha sido explorada en estudios recientes de física cuántica y neurociencia. La concepción de que “lo mejor está por venir” se convierte, entonces, en un excelente apalancamiento para cambiar la percepción de nuestra realidad personal.
El Dr. Joe Dispenza, en sus investigaciones sobre neurociencia, ha argumentado que la mente y la conciencia son capaces de influir directamente en nuestra biología y en nuestras experiencias. Su espléndido trabajo se enfoca en cómo los pensamientos y emociones pueden modificar la estructura cerebral y activar o desactivar ciertos genes, dependiendo de las emociones que experimentamos regularmente.
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Cuando creemos firmemente que el futuro puede ser diferente y que “lo mejor está por venir”, estamos -literalmente- entrenando al cerebro para buscar y generar experiencias que se alineen con esta creencia, ¡y para sintonizarse con estas!
Herramientas como la meditación y la visualización pueden actuar poderosamente coadyuvando para “reprogramar” la mente y abrirla a nuevos caminos. En este sentido, asumir la idea de que “lo mejor está por venir” puesto que ya no estaremos creando la repetición pasada, permite al cerebro activar redes neuronales que antes no estaban en uso, y redirigir la energía y atención hacia la construcción de una vida diferente. Esto sucede porque el cerebro humano responde tanto a lo que percibe como a lo que imagina intensamente.
Si generamos suficiente #EfectoPositivo en el presente con el poder de la conciencia, el cerebro comienza a crear conexiones neuronales nuevas que sustentan este cambio de percepción y actitud.
Aunque parezca una simpleza, la repetición constante de la afirmación, “lo mejor está por venir”, puede desencadenar una recalibración de los patrones de pensamiento y permite la apertura a nuevas posibilidades, lo que facilita el proceso de creación de un futuro totalmente creativo, deleitable, disfrutable, expandido, abundante de todo lo bueno, dichoso y sublime. Recuerde siempre desde estos principios, que lo mejor sí está por venir.