Por Claudia Ruíz Ordóñez.
La salud mental es un componente esencial del bienestar general, influenciando la manera en que las personas piensan, sienten y actúan.
Las crisis emocionales han sido una constante en la historia humana, pero en la época actual, con la globalización, la tecnología, los cambios sociales, la crisis climática y las pandemias, su prevalencia y complejidad han aumentado significativamente.
Ignorar los problemas de salud mental puede tener consecuencias graves afectando tanto la vida física y emocional de una persona, como su trabajo, relaciones sociales y familiares.
El estrés crónico está vinculado a enfermedades cardiovasculares, problemas digestivos y un sistema inmunológico debilitado. La conexión mente-cuerpo es fundamental para comprender el impacto total de las crisis emocionales.
Buscar apoyo profesional es una forma crucial de abordar los problemas de salud mental mediante la intervención de profesionales, como psicólogos, psiquiatras y terapeutas, quienes proporcionan un diagnóstico y tratamiento estructurado basado en evidencia científica, para tratar trastornos mentales como la depresión y la ansiedad.Proporcionan herramientas y estrategias necesarias para manejar y superar estos problemas, fomentando la resiliencia y gestión efectiva del estrés. Además, la tecnología ha ampliado el acceso al apoyo profesional a través de plataformas de telepsicología, proporcionando sostén tan efectivo como la intervención presencial.
Saber cuándo pedir ayuda es reconocer las señales de alerta. Varían en cada persona, siendo las más comunes:
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1. Cambios en el estado de ánimo: Sentimientos persistentes de tristeza, ansiedad, irritabilidad o desesperanza.
2. Problemas para dormir: Dificultad para conciliar el sueño, despertarse frecuentemente durante la noche o dormir en exceso.
3. Cambios en el apetito: Pérdida de apetito o comer en exceso.
4. Dificultad para concentrarse: Problemas para mantener la atención, tomar decisiones o recordar cosas.
5. Retraimiento social: Evitar actividades sociales y familiares.
6. Aumento del consumo de sustancias: Alcohol, drogas u otras sustancias como mecanismo de escape.
7. Pensamientos autodestructivos: Pensamientos recurrentes sobre la muerte, el suicidio o autolesiones.
8. Presencia de síntomas somáticos recurrentes: Problemas gastrointestinales como colitis, gastritis; respiratorios como gripes constantes, dolor o malestar crónico sin causa orgánica.
Reconocer cuándo pedir apoyo es una inversión en el propio bienestar, y las señales de alerta deben ser tomadas en serio para buscar ayuda profesional. Al hacerlo, se mejora la calidad de vida de la persona afectada y se contribuye a reducir el estigma promoviendo una cultura de apertura y apoyo.
En C7 Salud Mental trabajamos con un enfoque integral en salud mental, abordando el bienestar de la persona en su totalidad, considerando aspectos físicos, emocionales, sociales y espirituales; no centrado solamente en los síntomas, sino en las causas subyacentes y en el contexto de la vida de cada persona. Nuestro trabajo es multidisciplinario y colaborativo. Contamos con diversos profesionales de la salud mental, favoreciendo el apoyo individual, familiar y comunitario.
La salud mental es tan importante como la salud física, y pedir ayuda es un paso fundamental hacia una vida equilibrada y saludable. ¡Porque TU IMPORTAS!, en C7 Salud Mental estamos para apoyarte.
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