Opinión

Paul McCartney, Trump-Rogan-Musk y la MMA

377vnje5jrei5h7ckutwl5u6uq.jpg publimetro.pe (MUSUK NOLTE)

Cuatro personas, un cuarteto, pero no precisamente el de Liverpool. El primero, un musico extraordinario de 82 años que continúa vibrando con su música; los otros tres personajes, que bien podríamos decir que configuran una especie de novedoza trinidad, Trump-Rogan-Musk, han cobrado relevancia, no sólo por su quehacer específico dentro de la política, las artes marciales mixtas (MMA) y el desarrollo tecnológico, sino como sinergia que parece captar y leer algo del momento histórico que estamos viviendo tanto EUA, como en el resto del mundo: fuerza de impacto y transformación radical a través de una singularidad que cada uno, a su estilo y lejos de lo políticamente correcto, encarna y ejerce. Que viene muy a tono, a lo señalado en múltiples ocasiones por el filósofo y artista marcial italiano Simone Regazzoni, referente a los intelectuales de escritorio quienes permanecen lejos de las transformaciones del mundo, de la realidad más inmediata, precisamente porque tienen una relación de rechazo del cuerpo vivo, del cuerpo que se entrena, del cuerpo que combate, habitando un universo abstracto que contempla, pero no transforma la vida.

La pasada elección norteamericana logró resonar más allá de las palabras, por los gestos poéticos de sensibilidad desde donde y a través de trabajó Trump, algo que los demócratas con Kamala Harris no consiguieron. Mucho se debe a lo que se generó entorno a la triada Trump-Rogan-Musk, algo que no es desdeñable desde el punto de vista político y económico, tanto para los Estados Unidos como para el resto del mundo.

Dos eventos masivos

  • Recientemente asistí al concierto de Paul McCartney en la ciudad de Monterrey, Nuevo León, México. Destaco dos aspectos concretos: el público cantando todas las canciones y moviendo de la cabeza al más puro estilo Beatle, diferente al del heavy metal con su banghead con su meneo agresivo de arriba abajo, éste se ejecuta de manera más suave, la cabeza un poco inclinada y de lado a lado, una secuencia que se llevaba muy bien con la melena de John, Paul, George y Ringo.

Los Beatles surgieron en la coyuntura histórica de las décadas de los años 1960 y 1970 del siglo XX, contagiando a los jóvenes de aquella generación de sueños de libertad, amor y paz, sueños progresistas, antisistema y de emancipación, antibélicos, all you need is love! Hay que recordar que tanto la CIA como el FBI seguían los pasos del cuarteto de Liverpool, sobre todo del activismo de Jhon Lennon. Hoy, a casi un cuarto de siglo XXI —con algunas excepciones, como el caso de México — el péndulo histórico parece aproximarse a la derecha y extrema derecha, no sólo por sus propuestas sino por la ineficiencia de las izquierdas para orquestar y producir lo que prometen, es decir los límites, podríamos decir, del mensaje all you need is love! Por ello los gobiernos de AMLO y Sheinbaum intentan ser diferentes a las izquierdas en el buscar producir lo que dicen, de ahí su nombre “cuarta transformación” que, dicho sea de paso, sus adversarios se reducen a decir entre risas, “transformación de cuarta” llorando en silencio por el poder que tenían y perdieron, precisamente porque cuando ostentaron el poder no hicieron más que privatizar y endeudar al país, realidad de la que la gente finalmente se hartó, pasándole la estafeta vía el voto a otra opción de gobierno. En otros países la derecha y extrema derecha encanta, por su discurso y formas de impacto, limpieza y orden.

  • Un evento masivo de Artes Marciales Mixtas (MMA) del día sábado16 de noviembre, teniendo como pelea estelar de la noche el enfrentamiento entre Jon Jones y Stipe Miočić en la categoría de pesos pesados, contó con la sorpresiva presencia del expresidente y ahora presidente electo norteamericano Donald Trump, Joe Rogan y Elon Musk, sentados en primera fila. La mayoría de los luchadores repetían el gesto, saludándolos antes y después de su combate, presentándoles sus respectos, incluso el mismo Jon Jones le entregó su cinturón de campeón mundial de los pesos pesados a Trump, quien lo levantó.

Estas imágenes resuenan de otra manera contundente en la masa, ¡entusiasman! Mientras que la posición de los “demócratas” ha estado más del lado de la queja, la indignación y la supuesta igualdad que toma como bandera con un dejo de superioridad moral que, a ojos de todos, es igualmente insostenible e imposible. La tirada Trump-Rogan-Musk es, podríamos decir, citando a Colette Soler, una triada caracterizada por el narcinismo (narcisismo + cinismo) pero justamente su fortaleza reside en que no se amedrentaría por recibir semejante mote, sino al contrario, luchando y saliendo más fortalecidos. En ese sentido, mucho de la fuerza de la campaña y persona de Trump la ha catapultado –lo sepan o no, lo reconozcan o no—sus adversarios, a través de juicios políticos, penales, de la persecución orquestada en su contra que él supo aprovechar…lo han encumbrado más que afectado, le han hecho ver como alguien sumamente capaz y fuerte, que, como un gladiador, sobrevive a los embates, halo que se vio fortalecido por intermediación de Rogan y Musk.

A los demócratas no les fue suficiente con declarar que si Trump ganaba, entonces gabaría la intolerancia, la discriminación, similar al #EleNao previo a las elecciones en Brasil, cuando en las urnas eligieron a Jair Messias Bolsonaro, similar a lo sucedido en Argentina con Javier Milei…ya que mientras dan consistencia a la queja, la derecha y ultraderecha, que poco cuidado tienen de recibir esos calificativos, está dedicada en tocar profunda e íntimamente las mentes y corazones de las personas, no a través de conceptos y discursos demagógicos, sino directamente en la carne, produciendo temor, trauma, inseguridad, fortaleza, dolor, entre otras reacciones, al estilo de la Colonia Penitenciaria de Kafka, un asidero físico, directo, crudo, que indica un porvenir diferente, claro y con rumbo. Mientras los demócratas y sus intelectuales se regodean, enamorados de sí mismos, de la nostalgia del pasado, de lo abstracto, con un dejo de superioridad moral de lo políticamente correcto, de indignación “¡pero que barbaridad! ¿Vieron lo que dijo? ¿Escucharon lo que declaró? ¡Es indignante! …la cuestión es que millones de votantes se sienten más representados por esa triada Trump-Rogan-Musk que por el discurso de la democracia, libertad, igualdad e inclusión de todos. Y no basta con decir que esa gente esta mal o que son ignorantes, misóginos y antidemócratas, sino en tratar de analizar y entender, cómo es que esos gestos y discursos encarnados, impactan y funcionan en este nuevo lazo social que estamos viviendo

Lo curioso es que sea precisamente en el contexto de las igualdades, del borrar las diferencias, de lo políticamente correcto…ideas que suelen ser la base de los intelectuales de centro-izquierda, de los demócratas, lo que sirve como plataforma para el lanzamiento de las posturas aplastantes de la derecha y la extrema derecha: el consumo, el desarrollo, el libre mercado más rapaz, del orden que se promete a través de las imágenes colosales: ser grandes de nuevo, enormes, huge, big, extraordinary, immense, que marcan las diferencias de la masa del sueño utópico y la masa que interviene en el sueño, haciéndolo real vía la política, el cuerpo en combate y el desarrollo tecnológico de punta que no sólo sueña con colonizar (la política, marte, los cuerpos…) sino en un gesto de imposibilidad lo realiza y sorprende. Ahí, en ese corazón del asunto está ese elemento que encanta y explota esa trinidad Trump-Rogan-Musk.

*El autor es psicoanalista, traductor, profesor universitario y karateka. Instagram:

@camilo_e_ramirez

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