Se cumplen mil días desde que Rusia invadió Ucrania, y el contexto del conflicto parece cambiar con cada movimiento geopolítico. Estados Unidos, liderado —a contrarreloj— por Joe Biden, y la Unión Europea, con Ursula von der Leyen a la cabeza, siguen empeñados en avivar el fuego del conflicto, negándose a sentarse a dialogar con Vladimir Putin. Mientras tanto, Moscú no pierde oportunidad de justificar su arsenal nuclear, dejando al mundo entero al borde de una crisis de proporciones inimaginables.
La OTAN tampoco ayuda a calmar las aguas, dando carta blanca a Kiev para usar armamento occidental contra Rusia. Esta decisión no solo escala el conflicto, sino que pone en peligro la seguridad de los ciudadanos de los 30 países que conforman la alianza militar. En este complejo tablero, no hay que perder de vista que faltan apenas dos meses para que Donald Trump asuma el poder en Washington. El expresidente ha dejado clara su postura crítica hacia la política exterior de Biden en Europa, lo que podría suponer un giro importante en la estrategia estadounidense.
Tan desorientado anda Joe Biden que ni siquiera llegó a tiempo para la foto oficial en la cumbre del G20, quizás porque aún no logra encontrar el camino tras perderse, literalmente, en la selva brasileña. Mientras tanto, Claudia Sheinbaum aprovechó su debut internacional para reposicionar a México en las cumbres mundiales, marcando el regreso del país tras seis años de un discreto papel en el escenario global.
La presidenta mexicana no solo llevó un mensaje claro de paz y una invitación a reducir el gasto militar, sino que además consiguió abrir canales de comunicación con Biden y Trudeau en un momento crucial para México, que enfrenta un futuro incierto con la próxima llegada de Donald Trump al Despacho Oval.
La agenda con sus vecinos del norte incluye temas espinosos como la migración y la seguridad, dos ejes que definirán las relaciones trilaterales en los próximos meses. Sin embargo, cuando se habla de expulsión de migrantes en EE. UU., cabe matizar que la medida apunta principalmente a los indocumentados que llegaron a la “tierra de los sueños” tras atravesar México, en un tránsito que, en muchos casos, contó con la vista gorda de las autoridades mexicanas.
Sheinbaum parece haber entendido que la política exterior no solo es una oportunidad para sembrar paz, sino también para proteger los intereses de México en un contexto cada vez más desafiante. ¿Será que su habilidad diplomática logre contener las políticas de Trump sin que México quede atrapado nuevamente en el “embudo” de migración y seguridad?
El tiempo lo dirá, pero, de momento, Sheinbaum demuestra que México vuelve a tener voz en las mesas globales.Y mientras la guerra se prolonga, Bruselas sigue abriendo la chequera para Ucrania, enviando millones de euros al gobierno de Volodímir Zelenski, un líder que algunos ven como un “cómico” sostenido por intereses externos más que por la verdadera legitimidad de su pueblo.
A esto se suma el descontento creciente en Europa tras la derrota de Kamala Harris frente a Trump, una campaña marcada por el desorden diplomático y los intentos fallidos de la administración Biden por mantener el control en casa y en el extranjero.
Von der Leyen no solo enfrenta el desafío del conflicto en Ucrania, sino que también debe apagar incendios internos en la UE. En España, su propuesta de nombrar a Teresa Ribera como vicepresidenta comunitaria ha generado duras críticas.
A Ribera se le señala por su presunta inacción y mal manejo durante la reciente catástrofe causada por la DANA en Valencia, que dejó más de 200 muertos. Ursula puede sonreír y soltar dinero, pero el descontento en Bruselas y en las capitales europeas sigue creciendo.
Este es el escenario: una guerra que parece interminable, decisiones que exacerban los riesgos nucleares, un cambio de liderazgo en Estados Unidos que promete mover las piezas del tablero y, mientras tanto, los ciudadanos europeos pagan el precio de una política internacional que cada vez más parece guiada por los intereses de unos pocos en lugar de por la seguridad colectiva.