En las líneas de emergencia hay una poderosa herramienta ciudadana para enfrentar la violencia de género.
Este 25 de noviembre, al conmemorarse el 25 aniversario del decreto de la ONU por el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, es tiempo de reflexionar sobre aquello que hacemos para la construcción de la igualdad sustantiva.
Ante las situaciones de agresión podemos romper el silencio social que lleva a mirar hacia otro lado o ignorar gritos y violencia física del agresor, con la idea de no meterse en problemas o inmiscuirse en asuntos domésticos. Es momento de terminar con esa concepción.
En la capital nacional, bajo el impulso de la Jefa de Gobierno, Clara Brugada, como lo fue anteriormente con Claudia Sheinbaum, hay una voluntad institucional a trabajar con perspectiva de género. Quedó demostrado en 2019 con el decreto de Alerta de Violencia contra las Mujeres, en 2022 con la creación de la Línea SOS Mujeres *765 o ahora con el desarrollo del Sistema Público de Cuidados.
La recién creada Línea Antiextorsión 55 5036 3301, operada por el Centro de Comando, Control, Cómputo, Comunicaciones y Contacto Ciudadano (C5), es un instrumento de orientación preventiva, emocional y legal con conexión con autoridades policiales y ministeriales frente a un delito cuyas víctimas en un 60 por ciento son mujeres.
Los números de emergencias 911, SOS Mujeres *765 y 089 para la denuncia anónima, también atendidos por el C5, conectan con un protocolo de servicio 24/7, inmediato ante las emergencias. La llamada, ya sea de quien enfrenta esa situación o de quien la atestigua, detona una estrategia de seguridad que va desde la presencia policial y atención prehospitalaria hasta el apoyo psicológico y jurídico.
Para profundizar la utilidad de los reportes, desde octubre se desagregan datos de género relacionados con todo tipo de emergencias, como accidentes viales, incendios u otro tipo de siniestros, y así contribuir al diseño de estrategias que permitan reducir las desigualdades estructurales.
Ninguna tecnología será suficiente sin la intervención ciudadana para colocar a las mujeres en línea con la seguridad.