En la Ciudad de México, seguimos construyendo una política social que coloca a las personas al centro, y en particular, a quienes con su esfuerzo han cimentado nuestra ciudad: los adultos mayores. Gracias al liderazgo de nuestra Jefa de Gobierno, Clara Brugada Molina, dos programas emblemáticos están marcando un antes y un después en la vida de miles de personas.
El Programa Ingreso Ciudadano Universal, que ya está beneficiando a 20 mil personas de entre 57 y 59 años con apoyos bimestrales de 2 mil pesos, es un modelo único en el país. Por primera vez, reconocemos a todas las personas como beneficiarias de los recursos generados en la ciudad, sin importar su condición social. Este programa no solo alivia las necesidades económicas inmediatas, sino que también sienta las bases para una política de derechos universales.
Para 2030, este programa alcanzará la cobertura total de la población de 57 a 59 años, consolidando a la Ciudad de México como una capital de avanzada en política social. Además, complementa los esfuerzos del Gobierno de México para garantizar que hombres y mujeres de 60 a 64 años también cuenten con el apoyo necesario.
Por otro lado, el programa Colibrí de Plata ya es una realidad transformadora. En su primera edición, 500 adultos mayores disfrutaron de un viaje inolvidable a Acapulco, con hospedaje en hoteles de cuatro estrellas, alimentación, asistencia médica y actividades recreativas como clases de yoga y visitas a lugares emblemáticos.
Este programa va más allá del turismo, es un acto de reconocimiento y gratitud hacia quienes han dedicado su vida a construir nuestra ciudad. Como bien lo expresó Clara Brugada: “los adultos mayores deben ser los consentidos de los gobiernos”. Y en la Ciudad de México, los estamos colocando en el centro de nuestras prioridades.
Con estas acciones, seguimos demostrando que una política social justa y solidaria es posible cuando hay voluntad, honestidad y compromiso. Los adultos mayores no solo son parte fundamental de nuestra historia, sino también de nuestro presente y futuro. En esta ciudad, su bienestar no es negociable; es un derecho que estamos honrando día a día.
Porque en la Ciudad de México, nadie queda atrás, y mucho menos quienes nos han dado tanto. Aquí, construimos una capital solidaria, inclusiva y llena de oportunidades para todas y todos.