Opinión

Columna Itinerante: La conversación clínica

*El autor es psicoanalista, traductor y profesor universitario. Instagram: @camilo_e_ramirez

Espejo
Espejo

Me da miedo la gente que siente que tiene que ser categórica sobre cosas que no conoce

Eugênio Bucci

Durante días tomo notas en mi libreta de viaje, también escribo y grabo notas de voz en el celular. Escribir es una experiencia, un recorrido, en cierta forma también es un viaje, viaje por las palabras.

“La lengua es un mar para quien sabe navegar” nos recuerda Letícia Genesini. Sólo que ahora, frente a mi computadora sentado en el lobby del hotel y una vez que ha concluido el evento, son muchas cosas, las pláticas, los amigos, las risas, las bromas y conversaciones, compartir la mesa, los recorridos… Lo que fue sucediendo, que siempre es sorpresivo, inquieta, entusiasma y abre nuevas preguntas y planteamientos. He aquí, algunas líneas al respecto.

Los pasados 6, 7 y 8 de diciembre tuvo lugar la Conversação clínica del Instituto da Psicanálise Lacaniana (IPLA) con sede en São Paulo, Brasil, entorno a la temática: los desafíos en el 2025 para el psicoanálisis y los psicoanalistas.

Tanto el lugar, un hotel encumbrado en las hermosas montañas de Campos do Jordão, SP, Brasil, rodeado de una exuberante floresta brasileña, como la compañía: algo que pocas veces he visto en un evento de psicoanálisis: risas, entusiasmo, abrazos, besos, poesía, baile, canto…Y eso, no sólo después de la jornada de trabajo, como es la costumbre en congresos y eventos académicos, sino ¡dentro de las mismas! Los asistentes vimos a personas colocar videos cargados de humor, cantar, recitar poesía de memoria, junto a una tocante interpretación de Bete Coelho…como formas creativas de analizar, cuestionar, armar argumentos.

Fue una experiencia de trabajo intenso y nutrida que convocó a diversos ponentes, como: Bete Coelho, actriz, Francois Ansermet, psiquiatra y psicoanalista, Eugênio Bucci, abogado y periodista, así como a Jorge Forbes, psiquiatra y psicoanalista, quien preside el IPLA, el cual se caracteriza por sustentar una propuesta de vanguardia en el campo del psicoanálisis.

La conversación también contó con la presentación de trabajos extraordinarios de los alumnos del instituto, los cuales abordaron desde las fake news, lo políticamente correcto, la felicidad estandarizada, la incerteza de los algoritmos, hasta la coacherización del saber y la resonancia del lenguaje poético en la clínica psicoanalítica. El hilo conductor de las conferencias y trabajos presentados fue la incerteza, lo incompleto, la verdad mentirosa/la mentira sincera…todas ellas formas de explicar la incidencia de lo Real en la vida humana en todas sus dimensiones y contextos. Así como el advertir los peligros de continuar o retornar a formas de funcionamiento agresivas, violentas, rígidas y fundamentalistas, en un vano intento por resolver el agujero, siempre presente en la experiencia humana, de la imposibilidad de la completitud del saber y la técnica, que, por otro lado, puede tener una mejor salida, menos dolorosa e ingenua para el ser humano, al asumir una posición ética basada en el entusiasmo, la invención y la responsabilidad. Estos últimos, precisamente los principios, es decir, el corazón mismo de la práctica psicoanalítica, que, como lo comentó reiteradamente Jorge Forbes, no pretende conducir a las personas a un pasaje de la impotencia a la potencia, sino de la impotencia (su malestar, sufrimiento…) a lo imposible, es decir, a realizar su deseo singular, dando un tratamiento al sufrimiento humano basado en un cambio de posición ética basada en el entusiasmo, la creativa singular y la responsabilidad de colocarla en el mundo. “No necesitamos más tiempo para comprender mejor, una vez que el mundo es incompleto, también el saber. El futuro dependerá de cómo interpretemos el presente” (Jorge Forbes)

Cómo no vibrar, cómo no conmoverse con semejante polifonía de entusiasmo, talento, creatividad y responsabilidad. Ciertamente la palabra dice –no todo, algo, intenta colocar un sentido, un mensaje…– pero definitivamente hay palabras que tienen la cualidad de tocar, son gestos: vibraciones que distan mucho de ser meramente un sonido saliendo del cuerpo, son un cuerpo saliendo del cuerpo, que, a pesar de que ambos, cuerpo y lenguaje, son incompletos, o más bien, gracias a ello, es que puede tener lugar una resonancia que toque, atraviese y permanezca en el cuerpo. Muito obrigado caros colegas do IPLA! Eu carrego vocês em meu coração!

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