En cuestión de segundos la alegría desatada por adornos navideños puede convertirse en tragedia. El cortocircuito provocado por conexiones eléctricas inadecuadas genera un chispazo y de ahí el fuego consume el árbol de Navidad y se propaga al resto de la casa.
La temporada decembrina conlleva riesgos que suelen ser subestimados, particularmente los relacionados con incendios provocados por fallas eléctricas, materiales inflamables y descuidos en la decoración.
Materiales como plásticos y textiles, sistemas eléctricos sobrecargados y velas decorativas o la falta de mantenimiento en las instalaciones eléctricas, así como la proliferación de productos de baja calidad crean un entorno propicio para los incendios.
En la Ciudad de México, los incendios incrementan hasta 40 por ciento en temporada decembrina.
Aunque prevenirlos está en el espacio personal y familiar, desde el gobierno hay una política encaminada a fortalecer el cuidado de las y los ciudadanos. La Jefa de Gobierno, Clara Brugada, impulsa una estrategia desarrollada desde la Secretaría de Gestión Integral de Riesgos y Protección Civil, a cargo de Myriam Urzúa, para evitar incendios a partir de la socialización de medidas preventivas.
En la temporada invernal pasada, entre noviembre de 2023 y enero de este año, el Centro de Comando, Control, Cómputo, Comunicaciones y Contacto Ciudadano (C5) recibió 167 reportes al 911 o los botones de auxilio, principalmente entre las 21:00 y las 02:00 horas.
Para reducir los riesgos es recomendable comprar luces, extensiones y adornos eléctricos que cumplan normas de seguridad oficiales, revisar las instalaciones eléctricas, usar reguladores de voltaje o multicontactos con protección y evitar conectar demasiados dispositivos en un solo enchufe.
Si usas velas, colócalas lejos de materiales inflamables y apágalas antes de salir de casa o irte a dormir. Y si es un árbol natural, mantenlo hidratado. Así, las únicas luces que prenderás serán las de la seguridad.