El Estadio GNP Seguros estaba a reventar el pasado sábado 7 de diciembre. La gente esperaba a uno de los ídolos más grandes del regional mexicano en la actualidad. A las 22 horas, apareció en el escenario: Carín León. Pocas veces he escuchado un grito tan fuerte como en ese momento. Los más de 65 mil espectadores estaban a punto de vivir uno de los conciertos más grandes de su vida, pero aún no lo sabían.
Tuve la fortuna de platicar con Carín hace poco. Enfundado en unos jeans, playera verde y una gorra, su trato es de lo más amable: “Lo más apreciable para un músico y lo más entrañable es disfrutar todo lo que te está pasando.
Encuentro mucha satisfacción en los shows que te cuestan, que te hacen esforzarte, pasar buenos momentos y disfrutarlos ahí en el escenario. Hoy en día todo lo que está pasando con la música es muy entrañable”.
Para quien no lo sepa, Carín León abrió el show de los Rolling Stones en Glendale, Arizona y ellos le agradecieron públicamente. Es algo que como mexicano te da mucho orgullo que pasen esas cosas.
“Yo estaba nervioso, la verdad, no te miento. Preparamos varias cositas, a mí me encanta el rock, preparamos varias cosas interesantes, porque es un público que no tiene nada que ver conmigo, era rockero y nos trataron super bien, nos fue súper y tuve la oportunidad de compartir palabras con el legendario Mick Jagger y ¡vaya! es una de las cosas que más me han marcado en mi vida”.
El concierto de Carín en el GNP comenzó con la canción “Frené mis pies”. Visiblemente emocionado, le dijo al público que “esta noche se toma porque es una noche especial, mañana no chambeamos y hoy se armó la fiesta”. ¡Y vaya que se armó! Fue un desfile de invitados especiales de lo más diverso: comenzó con Matisse, luego el mismísimo Maluma para cantar “Según quién”, hizo rugir a la multitud.
Las sorpresas siguieron con Diego Bolela y unos minutos más tarde el señorón Pepe Aguilar, a quien le dirigió unas palabras de admiración. Ya en la segunda mitad del concierto lo acompañaron en el escenario Manuel Carrasco, Panteón Rococó y Jumbo.
PUBLICIDAD
¿Tantos géneros y artistas acompañando a Carín? Pues sí: una cosa que ha caracterizado la carrera del sonorense es su versatilidad. Más que un artista de regional ha logrado combinar su estilo y adaptarlo. Un artista moderno, que no acepta etiquetas.
“Yo siempre repito eso, creo que más a la disciplina, le debo mucho a los artistas que me han inspirado y que he escuchado a lo largo de mi vida, a la gente que me ha regalado canciones, que me ayuden a enriquecer mis letras, puede ser un Soul, un Blues, algo contemporáneo, de rock, de lo que sea. A fin de cuentas creo que el lenguaje es el mismo, es música, los demás son colores. Y a mí me encanta jugar con diferentes tipos de colores”.