Opinión

Columna Itinerante: Una neurosis de Navidad

Mujer triste y decepcionada abriendo regalos de Navidad en casa, recibió calcetines de Navidad.

Una neurosis de Navidad se refiere a los malestares y sufrimientos –personales y familiares– que se activan y repiten de manera especial en torno a las fiestas de Navidad y año nuevo. Veamos algunas de ellas, las más características.

  • Desear que todo sea perfecto, sin posibilidad de incluir las sorpresas, variaciones, aquello que los demás quieren.
  • Esperar que todos se ajusten a las propias demandas y al no conseguirlo, colocarse como víctima.
  • Revivir viejos dramas familiares: reclamos afectivos, económicos, lo que alguien puso, llevó o no para el festejo...
  • Incomodar a los más jóvenes con conflictos añejos y preguntas indiscretas.
  • Culpar a la familia y/o pareja de las propias desgracias e infelicidades.
  • Tener vergüenza de ser feliz y disfrutar, y entonces arruinarle la fiesta a los demás. Los que fracasan cuando triunfan parafraseando a Freud.
  • Esperar a ser feliz de manera extrema.
  • Querer hacer todo lo que no se hizo durante el año, el pasado, la vida.
  • Mantenerse en la posición envidiosa: si yo no soy feliz, si no tengo lo que quiero, entonces nadie lo tendrá.
  • Creerse más que los demás, no agradecer ni compartir.
  • Enojarse o ponerse triste por no haber recibido el regalo tan anhelado.
  • Ser mala copa.
  • Esperar a que los demás adivinen lo que deseamos y queremos.
  • Sacrificarse por los demás, esperando algo a cambio.
  • Y un largo etcétera que cada quien puede completar.

Ante todo esto, es importante recordar que la felicidad no es progresiva ni acumulativa, sino efecto de detalles, nuevos encuentros y sorpresas.

Cada reunión y festejo se arma con lo que cada quien “lleva” y pone en común. Hay quienes llevan su neurosis en modo activo a donde van. Otros, quizás los más advertidos, la inactivan en esos momentos para poder disfrutar del encuentro y los festejos de la Navidad y Año Nuevo, sabiendo que la responsabilidad de su felicidad/infelicidad no es asunto del otro.

El futuro jamás es algo ya escrito, se inventa en cada decisión.

Ante cada situación y festejo tenemos al menos dos opciones: vivirlas en piloto automático a través de la neurosis o inventar de manera creativa y responsable las formas singulares que mejor se ajusten a lo que uno quiere. ¡Feliz Navidad y Año Nuevo!

*El autor es psicoanalista, traductor y profesor universitario. Instagram: @camilo_e_ramirez

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