Los animales de compañía suelen ser adorables, llenar de felicidad y, en estas fechas, convertirse en uno de los regalos más entregados por Santa Claus.
Ante esa posibilidad es central considerar la responsabilidad a largo plazo: requieren tiempo, atención, alimento y cuidados veterinarios. Un ser sintiente no es una adquisición que se puede desechar de un día para otro y dejarlo en el abandono.
Un perro puede vivir entre 10 y 15 años, mientras un gato hasta 20. Por ello, antes de regalar uno, es fundamental analizar si la persona está dispuesta a asumir ese compromiso.
Entre los efectos más alarmantes de regalar animales en Navidad es el aumento de casos de abandono en los meses posteriores. La Procuraduría Ambiental y del Ordenamiento Territorial de la Ciudad de México estima que el 70 por ciento de las personas que compran o reciben un animal de compañía lo abandonan en el primer año de vida.
Esta problemática no es exclusiva. En Reino Unido, la organización Royal Society for the Prevention of Cruelty to Animals reporta un incremento similar en los abandonos en enero y febrero, justo después de las festividades.
Las causas más frecuentes se deben a que las personas no logran tener una convivencia exitosa, tienen dificultad para corregirles comportamientos inadecuados, se pierde el interés o no se cuenta con los recursos económicos suficientes.
Regalarlos para luego abandonarlos es una entrada al maltrato. Este año, en el Centro de Comando, Control, Cómputo, Comunicaciones y Contacto Ciudadano (C5) de la Ciudad de México hemos atendido, a través de la línea de emergencia 911 o los botones de auxilio, más de 10 mil 200 reportes, donde están incluidos casos de abandono.
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En la capital nacional se fortalece una cultura de protección y bienestar para los seres sintientes con el anuncio de la Jefa de Gobierno, Clara Brugada, de la creación de una Fiscalía Especializada en Maltrato Animal y el despliegue de campañas para promover la adopción.
Garantizar el bienestar de los seres sintientes requiere de un marco legal innovador y, sobre todo, de una comunidad comprometida y responsable. Así, todas, todos, todes podremos tener felices fiestas.