Donald Trump, presidente de Estados Unidos, no se guarda nada y el gabinete de Sheinbaum entra en modo pánico. El magnate no perdió el tiempo y lanzó un mensaje que cayó como bomba en Palacio Nacional. Tan fuerte fue el golpe, que los secretarios de Seguridad, Marina, Defensa y hasta el canciller Juan Ramón de la Fuente tuvieron que salir disparados rumbo a una reunión de emergencia con la presidenta.
Parece que en el gobierno mexicano aún tenían la esperanza —o la ingenuidad— de que Trump moderaría su discurso contra México, pero nada más alejado de la realidad. El republicano dejó claro que su agenda migratoria será implacable y, para muestra, las redadas contra migrantes en Chicago que arrancarán este martes.
Mientras Sheinbaum buscaba calmar las aguas, Trump no tuvo reparos en subir la temperatura con su retórica incendiaria, recordando que las deportaciones masivas y la presión sobre la frontera sur serán prioridad en su gobierno. Fuentes cercanas a la reunión revelan que la mandataria mexicana se mostró preocupada, pero sin opciones claras sobre cómo frenar el embate del empresario. La relación México-EE.UU. apenas comienza a escribir un nuevo capítulo, pero todo indica que será uno lleno de tensiones, prisas y decisiones a contrarreloj.